miércoles, 24 de diciembre de 2008

Los Blue Splendor

Sin querer, yo he llegado
Al lugar, tan deseado
Y el otoño, con su tristeza
Tiende un manto, de melancolía


Visión de Otoño

El domingo pasado fuí al Centro Mori en el barrio Bellavista a ver el documental sobre los Blue Splendor que estaba siendo exhibido en el Festival de cine documental musical de In - Edit.

Quedé gratamente sorprendido por la gran afluencia de público y sobretodo por la cantidad de jóvenes que participaron activamente aplaudiendo y avivando cada una de las canciones. Es interesante constatar como las nuevas generaciones están valorando nuestras tradiciones culturales y musicales. Debo confesar que por el final me anduve emocionando... bueno ustedes saben la edad nos pone cada vez más sentimentales.

Bueno, quería compartir con ustedes esta experiencia y el video que va continuación



martes, 9 de diciembre de 2008

Memoriales

El memorial de Valparaíso

Quería contarles que el domingo 30 del mes pasado mi esposa, doña Flor, me pidió que la acompañase a Valparaíso para la inauguración de un memorial por los detenidos, desaparecidos y ejecutados políticos. Como buen esposo y compañero fuí con ella a pesar que sé que le resulta doloroso porque le recuerda lo de su hermano detenido en Mendoza y desaparecido en Villa Grimaldi, hoy Parque por la Paz.

La pancarta de Flor

Les cuento que este día 10 de diciembre se inaugurará otro memorial y estará ubicado en Villa Grimaldi. Para esto hemos estado trabajando en el diseño e impresión de las invitaciones mientras que Flor se ha dedicado a la coordinación del acto, al cual esperamos asista la presidenta Bachelet.

Diseño de la invitación

sábado, 6 de diciembre de 2008

Feliz cumpleaños don Yope !!!



Espero de todo corazón que los años que le vengan por delante se estiren igual que estos elásticos, para poder seguir disfrutando de su presencia y de sus historias sin par.

Un gran abrazo de su mopri que lo quiere chomu. Don Topa

jueves, 4 de diciembre de 2008

Artefactos 1



Don Mejai me sugirió que pusiera en el blog unas guarifaifas que encontré en mis vagabundeos por los persas de Peñalolén y me pareció que podría servir para que talvez alguno de nuestros amables lectores nos iluminaran sobre su uso.

Recuerdo que compré el pajarito y el pescado sólo porque me gustaron sin saber que haría con ellos. Está claro que no se trata de una antiguedad pero algún día lo serán ¿no?

Espero el concurso de "los iluminados" para que nos ayuden a dilucidar el enigma.

Con Jaime ya especulamos suficiente...

lunes, 24 de noviembre de 2008

Objetos del pasado 1

Quiero compartir con ustedes estas imágenes que me han llegado a través de La Máquina del Tiempo. Seguramente los mayores se recordarán de este artilugio y nos podrán contar algunas historias referentes a él, sobretodo don Peyo que lo debe haber usado.


lunes, 10 de noviembre de 2008

Ana Belén ahora es amiga de Jorge y Flor


Ayer, por circunstancias de la vida tuvimos la oportunidad y el privilegio de conocer a Ana Belén y Víctor Manuel durante la visita que hicieron al "Parque por la Paz" ex Villa Grimaldi. Para los que no lo saben, ese lugar fué un centro de detención y tortura durante la dictadura. En ese sitio fue visto por última vez mi cuñado y ex alumno del Buen Pastor Juan Hernández Zazpe, detenido desaparecido. Ana Belén, cuyo nombre real es María del Pilar Cuesta Acosta, aparte de ser una gran artista, es una mujer "de aquellas", inteligente, simpática, sensible y acogedora. Desde ya me declaro su leal súbdito y me rindo a sus pies. Este registro fotográfico indudablemente pasará a incrementar mi vasta"egoteca".

La que me acompaña en la fotografía es por supuesto mi "santa esposa" .

lunes, 3 de noviembre de 2008

Tócate Letil bi !!!


And when the broken hearted people
Living in the world agree,
There will be an answer, Let it be.

(Lennon & Mc Cartney)



A pocos días del 11 de septiembre de 1973 ...

El traqueteo incesante del tren ya había pasado a ser parte de nosotros mismos y solo teníamos oídos para el cotorreo que recorría de punta a punta el vagón. Los grupos de gente joven y amigos se sucedían en aquellas corridas de asientos forrados en tevinil verde enfrentadas unas a otras, las cuales permitían de forma natural hacerse de amigos, mirar los ojos de las “lolas”, a veces “pinchar” para luego salir a la pisadera o mejor aún sentarse al lado de una de ellas para compartir un “charlón”…


¡Tócate “Letil bi”! ¡Tócate “Letil bi”! ¡Tócate “Letil bi”!

Se escuchaba una voz femenina que chillaba insistentemente, mientras le acercaban a Jaime la cogote‘e yegua pa’ que demostrara sus habilidades de eximio guitarrista y cantor. Así de voz en cuello, en medio del bullicio ambiente rodábamos hasta Parral "champurreando" en inglés aquel famoso tema de Los Beatles.

No recuerdo en que momento de mi existencia, Jaime se acercó a mí y me dijo: Jorge, me acompañai a Parral ? y yo le debo haber contestado en forma positiva, sin inquirir muchos detalles ávido de viajes y aventuras. Hacía poco que había ocurrido el nefasto golpe militar, que tenía a todo el mundo conmocionado, pero sin saber todavía el alcance de los horrores que se estaban fraguando para muchos chilenos inocentes e idealistas.

A nuestra llegada a Parral, pueblo insigne donde naciera nuestro vate Pablo Neruda, nos encaminamos con la dirección en la mano a la casa que habitara hasta hace muy poco Pedro Bórquez Acuña, primo querido y hermano de Jaime, “adláter” y compañero de andanzas por aquellos años. Hacía más de un mes que habían puesto una bomba en la casa de Pedro, alias don Peyo de ahora en adelante, y supuestamente nuestra misión era ver en que condiciones estaba el lugar, rescatar algunas cosas de valor que pudiésemos transportar y otras intentar guardar en casa de Sonia Escobar y su marido Guillermo, unos parientes que a la sazón vivían en Parral.

Pero volvamos a nuestra llegada a la casa de Peyo. La puerta estaba arrancada de cuajo desde sus bisagras y apenas afirmada en el dintel, por lo que después de un breve esfuerzo logramos entrar para encontrarnos con el desastre que había dejado la bomba en su interior. Papeles por el suelo, muebles desvencijados, cuadros y vidrios rotos…en fin, el espectáculo que significa un atentado de esta naturaleza, un desorden general producido también por alguien que aparentemente registró la casa en busca de “pruebas incriminatorias”.

Debo decir que hasta ese momento no teníamos conciencia de todo lo que sucedía a nuestro alrededor producto del golpe militar, no de la forma en que estamos enterados el día de hoy, por lo que procedimos a instalarnos en la casa, asegurarnos un lugar donde echar los huesos, salir a proveernos de algunos comestibles y muy especialmente de algún líquido elemento, necesario para levantar nuestros espíritus.

Nuestros fondos eran muy escasos y hoy me pregunto quien nos habrá financiado el viaje y la estadía. Seguramente habrá sido don Yope. En un almacén de barrio, cercano a la casa nos abastecimos de pan, huevos de "pata", limones y un vino tipo pipeño de cuarta categoría que tenía un penetrante sabor a barniz. Huelga decir que este pequeño inconveniente no fue obstáculo para que igual le hiciéramos rechupete a pesar de las funestas consecuencias posteriores. Al llegar la noche se nos ocurrió instalar en el patio un telescopio que encontramos por ahí, para mirar el cielo Parralino. Observando el universo elucubramos sobre nuestra existencia, la vida mas allá de la Tierra, sobre el futuro que nos espera y todas aquellas historias que afloran al sentirnos embriagados por la inmensidad del cosmos y por el “barniz” que circulaba por nuestras venas. Tarde, y acosados por el frío subimos al segundo piso de la casa para instalarnos en nuestro camastro. Así una vez repuestos y al abrigo de unas frazadas continuamos la cháchara hasta que el vecino, seguramente indignado con el cuchicheo y las risas, comenzó a golpear la pared conminándonos a que lo dejásemos dormir de una buena vez.

Un nuevo día amanece sobre Parral y con el sol en el cenit nos desperezamos de la modorra en que nos tiene sumidos la trasnochada anterior y los vestigios de “ barniz “ que aún recorren nuestro sistema porqueriológico. Como podemos restauramos el sufrido cuerpo a punta de pan y café y hacemos planes para salir en una misión que nos hemos encomendado y que se debiera llamar suicida a la luz de lo que hoy sabemos a través de un sinnúmero de testimonios sobre la represión que se desató a lo largo de todo el país.

Fuimos arriesgados e inconscientes, casi cándidos en nuestra inocencia al presentarnos a las autoridades militares de la zona, para hacerles saber que estábamos en la ciudad y que don Pedro Bórquez Acuña se encontraba en Santiago. “Ningún problema, agradecido por vuestra información, pueden retirarse” nos espetó el milico de turno. Acto seguido nos retiramos tranquilos, satisfechos con el deber cumplido. Al salir nos encontramos con unas parralinas que habíamos conocido el día anterior y las invitamos a la casa para conversar y de paso entonar algunas canciones al son de los acordes del piano de don Yope. Lilian Hidalgo y María Elena Carsalade eran los nombres de aquellas muchachas que nos embrujaron con sus dones.

Debo aclarar que a esa fecha éramos unos veinteañeros, por lo que se entenderá que las “virtudes” de las susodichas no pudieron en ningún caso pasar inadvertidas ante nuestros ojos. María Elena tenía unas columnas memorables que se lucían esplendorosamente bajo una minúscula falda, Lilian era una flaca de aquellas con carácter fuerte, media femme fatal, que en un arranque de antropofagia se lanzó sobre don Mejai mordiéndole el cuello apasionadamente conmocionada antes sus innegables virtudes musicales y la pericia de sus diligentes dedos mientras tocaba inspiradamente Let it be. Luego de este episodio pasional las chiquillas se las emplumaron aduciendo que algo tenían que hacer y que luego nos veríamos, talvez en la Plaza de Armas…

Por supuesto que al caer la tarde salimos entusiasmados esperando encontrarnos nuevamente con la chica de la mini y la flaca de los dientes agudos con la secreta esperanza de ser atacados nuevamente . Esta condición natural propia de nuestra edad que nos caracterizaba por esos días nos permitió salvar el cuello ante la celada que se nos había preparado… Mientras dábamos vueltas por la plaza esperando inútilmente divisar las siluetas de nuestros afanes, en los alrededores de la calle donde vivía don Yope había un inusitado movimiento de tropas. Militares con sus armas y vehículos policiales rodeaban el sector mientras apuntaban a la casa que hacía poco habíamos dejado en busca de nuestros ángeles salvadores. Al parecer algún vecino “bien intencionado” habría avisado a las autoridades que había gente en la casa de don Pedro Bórquez, que talvez ese comunacho marxista-leninista estaba de vuelta, y de allí toda la conmoción. Ahora que lo pienso quizás fue aquel vecino que no dejamos dormir tranquilo“The Night Before”. A todo esto hay que agregar que nosotros, en un arranque de patriotismo se nos había ocurrido izar la bandera chilena ya que por esos días estaba cercana la fecha del aniversario patrio. Ante tal despliegue de contingente militar, no nos quedó otra que quedarnos en el molde y hacernos los lesos pasando de largo y luego de muchas vueltas por el pueblo, con el corazón apretado, volvimos a la casa, bien entrada la noche, antes del toque de queda. Entramos calladitos, tratando de no meter bulla y nos fuimos a dormir con la luz apagada esperando que amaneciera lo más pronto posible para echarnos a volar y escapar de esa mala onda que se estaba cerniendo sobre nuestras cabezas.

Temprano salimos de la casa arrastrando los bártulos y una tele que según Jaime debíamos dejar guardada donde la Sonia, hija de la tía Teresa Caro. Al llegar y luego de un breve conciliábulo aceptaron que dejásemos guardado allí la tele y otras cosas más. Para Sonia y Guillermo debe haber sido complicado recibirnos por esos días ya que en ese momento se podía pensar que estaban de alguna manera colaborando con alguien que era buscado por la justicia militar, “justicia” que hoy sabemos estaba reprimiendo a todo lo largo y ancho del país a cientos de chilenos inocentes.

Estación de ferrocarriles de Parral

Cumplida esta tarea nos dirigimos ipso facto a la estación de ferrocarriles para abandonar Parral en el primer “pat’e fierro “ que pasase por allí ya que estábamos bastante asustados con lo que había acontecido el día anterior. Aquí comienza mi nebulosa personal ya que no recuerdo muchos detalles de nuestro viaje de regreso y tampoco de nuestra llegada a Santiago. Hay, eso sí, una imagen que se me quedó grabada en la mente hasta el día de hoy . A poco de salir de Parral, talvez a la altura de Linares, el tren que iba rumbeando con su martilleo constante y desplazándose raudamente por los campos de la zona central, de improviso empezó a disminuir su marcha sin causa aparente. Al asomarnos por la ventanilla nos percatamos que por uno de esos callejones que se dan de tanto en tanto en el campo, flanqueados por zarzamoras, venía corriendo una familia completa, “aleteando” para que parase el tren, mientras arrastraban bolsos, maletas y canastos con gallinas. Finalmente el tren se detuvo y nuestros inesperados pasajeros lograron subirse todos empolvados, acezando y sudando la gota gorda.

Cabe aquí una pequeña reflexión.

Aún tengo presente en mi mente a ese grupo de personas que corrían esperando subirse a nuestro tren para acompañarnos en nuestro recorrido, para ser parte de nuestro camino, de nuestro andar. Talvez la detención de aquel tren para recoger aquellos pasajeros auguraba que aún habían esperanzas de subirse al carro de la vida y de soñar en lo que nos depararía el futuro.


And when the night is cloudy,
There is still a light that shines on me,
Shine until tomorrow, let it be.

(Lennon & Mc Cartney)

domingo, 26 de octubre de 2008

El Relo

Paseo con el abuelito David, en las cercanias del camino Quilin.

Soy re malo para recordar fechas y los números no van mucho conmigo. Pero esto que voy a contar sucedió algún tiempo antes de que el abuelito David nos dejara. Me vino a la memoria durante un chateo con don Topa, haciendo recuerdos de nuestro querido abuelo y las historias de El Nacional. Tanto don Topa como yo pasamos tiempos en ese negocio que tenia don David con los tíos Sergio y Jorge. Éramos los “gomas”, una especie de júnior para todo servicio, desde ir al banco a lavar loza, desde pinche de cocina a vendedores, de verdad hacíamos de todo. En este bazar se vendía y compraba prácticamente de todo, desde agujas para victrolas (sí, de esas de dar cuerda, que tocaban discos de 78 rpm…) hasta mantas de castilla, sombreros, ternos, violines, maquinas de coser, lanzaderas, guitarras, relojes, bandoneones, lapiceras y quien sabe cuantas cosas más..

Un día alguien vino a ofrecerle justamente una lapicera Parker al abuelo. Debe haber estado a buen precio, ya que acabó comprándola. No pasó mucho tiempo de esa compra cuando aparecieron los “tiras” en el negocio, diciendo que esa lapicera era robada, por lo tanto el abuelo seria acusado de receptador. Esto hizo que don David, que era extremadamente temeroso de la ley, quedase en estado de shock total.

El abuelito comenzó a transmitir en todas las bandas, decía que se lo llevarían preso y cada vez que alguien golpeaba la puerta o a veces sin razón alguna, decía "me vienen a buscar, me van a llevar preso"... Para mí era un tormento verlo así, que en mi mentalidad de cabro chico solo atinaba a decirle "no abuelito, no le va a pasar nada"… Otra cosa que recordé ahora nítidamente es verlo en el living paseándose de un lado a otro, en un moto-continuo, balbuceando algo sobre de prisión, cárcel, tribunales y cosas por el estilo. A esa altura el abuelo ya no estaba más viviendo la realidad, uno le podía decir cualquier cosa, llamarlo a comer o pedirle el sombrero, él no estaba ni allí, literalmente.


Una mañana temprano el abuelito me despertó, se sentó al borde de mi cama, en la pieza que compartíamos con el Peyo, al lado del baño, y me dijo: Jaimito, yo me voy a ir, así que quería darle este reloj de regalo. Recuerdo que le dije, inocentemente, pa donde se va a ir abuelito, yo voy con usted... Ahí me agarró el brazo, se sacó el reloj de su pulso y me puso un Technos plateado, con pulsera de esas que se estiran, en mi muñeca. Le dije, no, abuelito, es suyo, y recuerdo que él me dijo algo así como, allá no lo voy a poder usar... Pienso que seguía con ese asunto de ser preso, no creo que haya estado pensando en la muerte.No se cuantos días pasaron, uno, dos, cinco. Uno de esos días el tío Sergio comenzó a repetir la frasecita de que "alguien le robó el reloj a mi padre"...

Yo le habia contado de esto a mi viejo y a mi mamy, que ya estaban bien asustados con el comportamiento del abuelito. Ahí recuerdo que el tío Sergio, que ya me había visto con el reloj del abuelito, comenzó a presionar a mi viejo con que yo debería devolver el reloj. A todo esto quiero dejar bien claro que don David ya no estaba muy firme en sus cinco sentidos y que, reloj más reloj menos, no seria esa la diferencia entre estar mejor o peor de su salud mental. El tío Sergio se puso pesado con el asunto, tanto así que un día mi viejo no aguantó más el verso repetido y le paró los carros. Le dijo con voz fuerte y golpeada : " don David le regaló el reloj al niño. Si quieres que él te devuelva el bendito reloj no hay problema alguno, ,así que vamos a parar con este asunto al tiro". Mi viejo tenia harta paciencia, se comía el buey por horas, pero cuando se le paraba la pluma, habia que salir corriendo…. Recuerdo la cara de don Sergio blanca como papel, los ojos bien abiertos y sin atinar una respuesta. Dígase de pasadita que mi viejo nunca “fumó” mucho al tío Sergio...

Recuerdo claro como el agua, que esa noche mi viejo vino a mi pieza. Se sentó en una silla, puso los codos en las rodillas y las manos sujetaban su cara, en la cual sus ojos idos mostraban una pena inmensa. Comenzó a mover las piernas y yo pensé que él estaba temblando y a punto de explotar. No aguanté y me puse a llorar. Le dije "papito, no se ponga asi, no quiero verlo con pena "... Ahi él percibió que yo estaba con los nervios pa las calendas con toda esa tremenda historia y me tranquilizó haciéndome cariño. Le dije que le entregara al tiro el reloj a don Gioser, que para mi era un regalo del abuelito pero como estaba medio trastornado seguramente no era para regalármelo.

La cuestión es que le pasé el reloj a mi padre y no se si fue en ese día o en otro, mi viejo le entregó el reloj al tío Sergio, sin antes decirle unas cuantas verdades. El tío sintió que venia un tsunami de proporciones continentales, le cayó la ficha de que se le había pasado la mano en sus comentarios sobre la novela del reloj y yo, asi que le dijo a mi padre: "cabrito ( asi se trataban...) no, no, no, déjalo con Jaimito no mah"....


Y ese reloj me acompañó por gran parte de mi juventud, incluso viajó conmigo por el mundo. Lo tuve hasta inicio de los 90, cuando teníamos la operadora de turismo Access, en un pasaje de la calle San Antonio con Huérfanos. El Technos tenia dos novedades tecnológicas de esos viejos tiempos, se daba cuerda solo y su eje volante estaba montado en una pieza llamada Incablock, patentada por la marca Technos. Ese sistema impedía que el eje volante se quebrase o parase de funcionar por golpes o caídas del reloj. Recordemos que antes los relojes tenían cuerda, manecillas, engranajes mil, diminutos rubíes en su interior, no eran todos a prueba de agua ni mucho menos usaban pilas o eran multi-funcionales, como hoy, que tienen barómetro, brújula, termómetro, altimetro y otras gracias…

Una tarde de domingo, cuando los rayos amarillentos del sol entraban tangencialmente por la ventana del departamento que tenia en Montecarmelo, después de tomar una ducha, me lo fui a poner y se me resbaló de las manos mojadas. Paró de funcionar. El viejo y fiel Technos automatico con Incablock había parado sus funciones vitales….

Lo mandé a arreglar al relojero del pasaje que estaba nuestra oficina. Por el uso, estaba muy frágil el eje volante y el Incablock no aguantó el pencazo, eso me dijo mi viejo, que entendía del asunto.

El tipo de la relojería no me daba buenas noticias: No he encontrado la pieza, me decía cada vez que pasaba a preguntar por mi joyita sentimental. Un día, nada bello en mi recuerdo, la relojería amaneció cerrada y sin nada ni nadie adentro. Nunca más supe del “rélo”, ni nunca más vi luces del relojero.

Una pena haberlo perdido ya que ese Technos fue por muchos años el recuerdo vivo, pulsante, exacto y certero del amor que siempre tuve por el abuelito David.

viernes, 17 de octubre de 2008

Voces de América y su compromiso social

A medida que voy contando este cuento "me vienen a la cabeza como palomas, los sueños" (verso de Violeta).

Cuando uno se sube a un proscenio se da cuenta rapidito de que se encuentra en una tribuna privilegiada, pero a la vez peligrosa. Lo que uno dice o hace es escuchado y visto atentamente por la multitud. Don Rorro puede dar testimonio de ello. Por eso se debe tratar por todos los medios de no meter la pata. Que uno desafine o tropiece en la letra de una canción, no tiene mucha importancia, pero una opinión lanzada al aire o una gesticulación manifiesta, será tomada con pinzas y amplificada, provocando comentarios y muchas veces, la polémica. Así, midiendo las consecuencias, me propuse aprovechar el proscenio y lanzar a los cuatro vientos mis opiniones a través de mis canciones. El impacto fue inmediato, especialmente debido al clima social y político que vivía Chile en esos años.


Los actos culturales con sabor político estaban de moda. Los organizadores de eventos musicales andaban buscando intérpretes de calidad y Voces de América, lo digo sin vanidad, tenía los méritos necesarios para presentarse donde fuese importante hacerlo.

Mis composiciones tenían una clara posición de compromiso con la justicia social, sin embargo nunca acepté abanderarme con ningún partido político, para no perder la sagrada libertad de expresión que siempre he defendido con mucho celo.


Voces de América con Raúl Matas en Televisión Nacional

Nuestro prestigio como conjunto nos valió ser invitados por Televisión Nacional al programa de Raúl Matas, ese que se anunciaba como "el último cigarrillo y el último café". También estuvimos en radio Cooperativa Vitalicia, en un programa en vivo desde el Cine-teatro Auditorium; el mismo donde se hacía "Radiotanda" y donde mi papá me había llevado varias veces a ver la película Fantasía. Además estuvimos varias veces en la Peña Chile Ríe y Canta, propiedad de René Largo Farías, más tarde asesinado misteriosamente en México (¿Otra víctima de la "Operación Cóndor"?). Así mismo actuamos en el canal 9 de la Universidad de Chile, en la emisión Chile Ríe y Canta. Todo esto nos hizo populares como conjunto y como personas, lo que significó estar en la mira de los peridistas y del público. Con ello nuestra vida privada se vió afectada y confieso que no me gustó nada ese aspecto de la popularidad. Varias veces fui abordado en las calles de Santiago y de provincia por algún transeúnte curioso o admirativo, que me contaba que nos había visto en la tele y que le había gustado nuestra actuación. En ese tiempo era excepcional actuar en la televisión y la farándula no tenía las dimensiones ni la banalidad de hoy. El que aparecía en la pantalla se hacía notar de inmediato y desde ese momento debía andar por la vida con pies de plomo.

Capítulo aparte merece nuestra participación en el "Primer Festival de la Canción del Río Claro", realizado en Talca. Esto lo contaré en otra crónica pues tiene muchos detalles que no quiero dejar en el olvido y ponerlos en éste me parece alargarles indebidamente la lectura. Pero promesa es deuda, así que ya vendrá lo prometido.

Escrito por don Yope

martes, 7 de octubre de 2008

De zambas, tonadas y milongas.


"Con permiso voy a dentrar aunque no soy convidao, pero en mi pago un asao no es de naiden y es de todos; voy a cantar a mi modo después que haiga churrasqueao".

Así comienza "El Payador Perseguido" (estilo de milonga) de Atahualpa Yupanqui. Empiezo así porque lo que quiero expresar aquí es lo que sentí siendo chico, especialmente cuando salía a la cola de mi taita, el compadre Lucho Vicencio y don Miguel Encina a recorrer cerros comiendo en paila común, sopeando el pan en la misma ensalada de tomates, recibiendo el pedazo de asado del mismo cuchillo que los viejos o compartiendo el té de cualquiera de los choqueros, el que estuviera listo.


Y don Atahualpa sigue:

"Tal vez si algunos dirán que peco de atrevimiento si largo mi pensamiento pal rumbo que ya elegí, pero siempre he sido así, galopeador contra el viento". Porfiado, dirán algunos, pero "esto lo llevo en la sangre donde mi tatarabuelo; gente de pata en el suelo fueron mis antepasados, criollos de varias provincias y (tal vez) con indios mixturaos".

En las letras de ciertas canciones me he encontrado con frases que llegan hasta el fondo de mis sentimientos y que cuando las canto tengo que resistir para que no se me quiebre la voz con la emoción. Por ejemplo: "Mama Vieja", zamba interpretada por Los Chalchaleros, cuando dice: "...Se quedo sola en la puerta del rancho diciendo adiós con la mano". Entonces veo de nuevo a mi viejita cuando nos subimos a la micro el día de nuestra partida al exilio, y ella se quedó sola en esa calle polvorienta de la Nuevo Amanecer haciendo aquel gesto descrito en la canción...
Yo sé que contando esto le doy un toque de dramatismo al blog, pero con ello me permito expresar sentimientos profundos que llevo adentro y que me identifican como persona, como hijo y expatriado.

En otras canciones encuentro escenas y momentos alegres, como en "Parabienes al Revés" de Violeta Parra. En un par de ocasiones tuve la suerte de asistir a una fiesta típicamente campesina, un matrimonio para mí inolvidable. Los invitados de punta en blanco, las damas "emperifolladas", hasta los cabros chicos peinaditos y con zapatos lustrados. Unos llegaron en un auto, eran como siete personas apretadas como sardinas, otros a pie, uno a caballo y un lote en una carretela, aunque no venía "enflorá", estaba limpiecita, creo que recién pintada. Salió toda la gente de la capilla... Y "al doblar una quebrá se perdió la comitiva" rumbo a la casa de la fiestaza. La celebración duró tres días seguidos con sus noches bien animadas; y no duró más porque nadie fue capaz de seguir comiendo, tomando y durmiendo donde cayera.
Cuando trabajé como profesor en Perquilauquén y cuando participé en los trabajos voluntarios en 1971 y 72 en los alrededores de Yungay, cerca del Laja, vi a varios Luchín, ese que describe Víctor Jara; jugando con una pelota de trapo "...Con el potito embarrado"..."Y el caballo lo miraba"... Yo también lo miraba con compasión e impotencia, pero sobre todo, con cariño.

Con "Paisajes de Catamarca" me imagino a mi viejo con su guitarra en el Papudo de antaño, cantando a la luz de la luna, de una vela o de una lámpara a carburo, rodeado de toditos los Encina escuchándolo en silencio o tratando de seguirlo cuando conocían la canción. En aquel Papudo mis ojos se deleitaban con los "mil tonos de verde", allá existía el "camino largo que baja y se pierde", y "el ranchito sombreao de higuera"; y se oía el " chalchalero (un zorzal, una diuquita o una tenca) que ensaya su canto".

"A la ronda, ronda, que nació mi niña" canta Charo Jofré. Es como si la hubiese interpretado por mis hijas. Al escucharla hoy, después de bastantes años, veo desfilar una serie de imágenes y escenas vividas del desarrollo de cada una y siento que los años pasaron, pero me dejaron el sabor impagable de momentos inmensamente felices. Con mis hijos hombres también tuve la suerte de tener experiencias ricas desde el punto de vista afectivo. Y cuando Piero canta "Mi querido viejo" me veo en un doble rol, el de padre y de hijo. Yo también voy poco a poco caminando más lento "Como perdonando el tiempo" mientras se aparece en mi imaginación mi taita a mi lado yendo a la botillería del Juanito, cuando volví a Chile después de 17 años de lejanía.




La Infancia

Es posible de que esté hablando de temas musicales no conocidos de todos, sin embargo insisto en ello porque para mí la poesía y la música tienen un significado muy especial. Existe una obra que cuando la escucho o interpreto ciertas partes, el pecho se me llena de emociones evocadoras, algunas alegres otras tristes, me refiero a "Canto Para Una Semilla", cantata popular con música de Luis Advis y letra extraída de "Décimas", especie de poema autobiográfico de Violeta Parra. En la segunda canción, "La Infancia", enumera cada cosa que va descubriendo en su niñez. Como yo cuando iba creciendo y descubriendo el mundo. En la tercera, "El Amor", revivo la desolación de mis desengaños amorosos. En la penúltima, "La Muerte", revivo los sentimientos de la víspera de mi partida al exilio.
Pero felizmente a veces aún "vuelvo a los diecisiete, después de vivir un siglo" y de lo más profundo de mi alma doy "gracias a la vida que me ha dado tanto".

Paro aquí aunque el tema es casi inagotable.
Si alguien quiere seguir esta onda sería interesante, para saber lo que otros sienten con la música y las canciones.

Escrito por don Yope

lunes, 29 de septiembre de 2008

Claudia Boniche Castillo


Les presento a mi primita Claudia hija de mi tía Carmen Consuelo Castillo y mi tío Blas Hernán Boniche. La foto de colegiala se la tomé hace años en el antejardín de la casa de sus padres, la más actual me la mandó ella.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Brindis por Carmen Gloria

Brindo con cariño por mi hermanita Carmen Gloria
Dicen que aumenta años en septiembre diecinueve
y aunque se haga la lesa y ya sepamos la historia
damos gracias al pulento por tenerla el descueve

Brindis por don Mejai

Brindo por mi primo don Jaime
también conocío como el Octópodo
cuando presto lanza sus seudópodos
y también cuando expulsa un aire,
lo realiza con sumo y gran donaire
que tiene por bien ganado su apodo
porque es imposible y de ningun modo
exista damisela alguna que lo desaire

Brindis

Brindo dijo el poroto
a una hermosa pantruca
para las viejas pitucas
yo soy comida de rotos,
y forman este alboroto
porque consideran feo
que les provoque deseos
que se les afloje el aire
como decía mi paire
¡tanta bulla por un peo!

Pruebas al canto

QUIEN DIJO QUE SOLO ABRAZO MUJERES??????

El mayor bateriasta de todos los tiempos. Admirable este cabro...hay que abrazarlo!

Abrazar a mi Don Rorro es uno de los placeres que me ha dado la vida, asi como abrazar a mi Polita preciosa.


Estos son mis grandes amigos, Heitor y Silvia Reali. Vivimos abrazados!
Posted by Picasa

EL OCTOPODO

Siempre fui de sentir a las personas. Sentir por toque, por abrazos, por piel. No se si es costumbre heredada. No recuerdo a mi familia ser de mucho abrazo, de mucho toque, de gustar de estar agarrado a ese ser humano que nos gusta, que nos cautiva, que nos completa en el gesto de emanar cariño. En el gesto del amor puro, traspasando calor humano. Se que eran de cariño y amor profundo, por parientes, por amigos, por seres humanos que, de alguna manera, participasen del lado buena de sus vidas. Y a veces hasta del malo, sin saber, claro. Pero, repito, nunca vi que fueran de mucho toque, ni de abrazo, salvo en el año nuevo….
La admirable Cristiana Torloni...

Echando memoria atrás, y permitiendo cualquier error que la traicionera mente me haga caer, pienso que esta manía, tara, desequilibrio, locura, delicioso momento o como se quiera llamar, la adquirí en Buenos Aires, o la aumenté o asumí, a partir de mis vivencias con amigos porteños. Mi jefe Roberto Martins, más conocido por Mito, en el primer y único trabajo que tuve durante todo el tiempo que viví en la capital rioplatense era, y es, porque cada vez que voy a Baires lo visito ( y estuvo en Chile a invitación mía y de Claudio Ember, vecino de la Villa Frei y con el cual viajé y viví en Buenos Aires) un abrazador por excelencia. Con el tiempo descubrí que porteños en general son de toque, de abrazo, de besarse entre amigos, sean mujeres u hombres, y yo adquirí también esa cariñosa forma de saludo.
Creo que nosotros, chilenos, tenemos cierto rechazo a esas efusivas formas de cariño, por miedos, traumas o por simple idiosincrasia. Cosa de bobos, debo decir, ya que no hay hijo, hermano, primo o pariente que no recuerde ese abrazo fraterno, cariñoso y efusivo que algún día nos dio más de algún ser querido. Vivo en Brasil hace 32 años y aquí el abrazo, el toque, el beso, el cariño prolongado es parte de la vida diaria.
Una persona maravillosa, Luiza Tomé, actriz de talento indiscutible.

Pues bien, por todo lo anterior, confieso que soy “abrazador”. Y este viejo canalla de Don Topa, me puso el apodo de Don Octópodo, don Pulpo, Octupus Jaime. Siempre andaba abrazando, él no se incluye claro, pero también siempre fui de abrazarlo. Este viejo pinganilla cree que solo la Jessica, la Negra del Tomate ( Ana Maria Castro, de Música Libre de los años 70), la Mónica Rivano, la Paty Pino, la Marta Follert, la Sole, la Angelica, la Claudia, la Chany o la Minu eran mis victimas predilectas. Este viejo esta redondamente engañado!!! Y para muestra, algunos botones. Conocidos botones, para quienes ven las telenovelas brasileras. Y aviso, aquí no hay ni la mitad de los octopodos flagrados en años de trabajar con los famosos de Brasil… A mucha honra de octópodo, claro. Pero quien se lleva todos mis abrazos, eternamente, es mi Polita, la mujer que me aguanta, soporta y guarda mi corazón en la torre de su castillo. Y yo feliz que así sea.
Mi amiga Cristiane Oliveira, la Yuma Marruá de la novela Pantanal.
Y soy un octópodo confeso, no me arrepiento de haber sentido, sentir hoy y posiblemente sentir mañana, personas que viven mi momento de vida, como todos ustedes.... que algun dia volveré a abrazar!!!!


jueves, 18 de septiembre de 2008

Feliz día de La Patria


Oda al Choripán

De madre chorizo,
de padre pan,
hijo mestizo
de nombre choripán.

La marraqueta abraza
a la longa chillaneja
bronceada a las brazas
con la guata contra la reja

Irresistible para el olfato
chúcaro para el aliento
ponga ojo con el gato
y ceja con el perro hambriento

Una cuchara de pebre
la línea de mayonesa
pone al seco alegre
de los pies a la cabeza

Lo esperan con largo diente
todos parecen jotes
al ritmo del son crujiente
hasta chuparse los bigotes

A la hora del balance
de nada vale que te mientas
aunque saltes aunque dances
calorías son quinientas


lunes, 8 de septiembre de 2008

La atardecida para los mopris





La atardecida

Letra: Manuel J. Castilla
Música: Eduardo Falú

mi SI7 mi
Que lejana que estás otra vez
SI7 mi
oh! tu voz donde está.
la mi
En el sueño de los días
DO SI7
pienso a veces que vas a volver,
la mi
ando diciendo tu nombre
DO SI7 mi
me duele la pena del atardecer.


El camino me vuelve a llevar
ay! la flor del amor.
Ardida sobre mi pecho
te recuerda como una canción,
te llora sobre los ojos
la tarde que nace de tu corazón.

re MI7 la
Ay! arroyo que sabes hablar
RE7 SOL
palomita que al aire te vas
MI7 la mi
cuentale, nada más
DO FA#7 SI7
que dolido la vuelvo a llamar
la mi
quiero cantar en la noche
DO SI7 mi
la zamba que un día tendrás que llorar.

Solitario te vuelvo a pensar
pura luz de jazmín.
Cuando viene la nostalgia
suelta el cielo tu sombra otoñal
solamente por amarte
a veces andando me da por cantar.

Yo sé triste que siempre te vas
ay! dolor de esperar.
Pena del enamorado
que solita me vuelve a crecer
en mi boca tu recuerdo
de tanto cantarlo se me vuelve miel.

Ay! arroyo que sabes hablar...


lunes, 1 de septiembre de 2008

De un guitarreo a Voces de América


Hago un gran salto en la cronología de mis cuentos y me traslado a Parral en 1967. Llegué ahí como profesor de Educación Musical del Liceo de Hombres n°1 (que en realidad era mixto) . El rector era don Federico Heisse (no recuerdo la ortografía de su apellido y lo escribo más o menos como se pronuncia) , quien me acogió amablemente siendo su trato siempre muy cordial conmigo.
Actualmente el Liceo lleva su nombre y debo decir que se merece ampliamente el homenaje

Pronto me vi obligado a demostrar mis aptitudes delante de alumnos, colegas y apoderados; así se supo en toda la comunidad que yo guitarreaba y cantaba, sobretodo en estilo folclórico. Como consecuencia de ello apareció un día un tipo medio gordito con cara de buena gente, presentándose como aficionado a la música y amante del folclor, especialmente argentino, era César Salazar. Después de charlar un rato me propuso que nos encontráramos con otros amigos para cantar y tocar guitarra.

En esa guitarreada nos juntamos varios entusiastas, pero uno solo se mostró interesado en repetir la experiencia, con la intención de formar un conjunto. Fue Erick Segura, un colega de Educación Básica que tenía horas de música en el Liceo.

Según el "Negro" Salazar faltaba uno para formar un "verdadero" conjunto, si no éramos cuatro no estábamos a la altura de los grupos a la moda: Los Cuatro Cuartos, Las Cuatro Brujas, Los Cuatro Huasos y otros que no se llamaban "Cuatro" pero que eran igualmente cuatro: Los de Las Condes, Los Huasos Quincheros, etc. En el fondo, él soñaba con algo parecido a Los Chalchaleros o Los Fronterizos. Entonces me atreví a proponer a uno de mis alumnos de 5° de humanidades, medio difícil de carácter pero bastante hábil con la guitarra; así se integró Hugo Torres, quien "cayó parado" entre nosotros y fue un integrante tan eficiente, responsable e indispensable como cada uno de nosotros.

La primera canción que practicamos fue El Letrado, de Quelentaro.

En poquito tiempo me di cuenta de que los dos mejores guitarristas eran el "Negro" y Hugo, así que me encargué del bombo y más tarde de la kena, mientras el "chico" Segura quedó de vocalista, presentador y percusionista de accesorios. La dirección del conjunto, como "de cajón", recayó en mí por ser el que más había estudiado música, con conocimientos en armonía clásica.

Luego buscamos un nombre para el conjunto. No recuerdo cómo llegamos a Voces de América, pero no fue muy larga la búsqueda, tampoco fue muy original, porque ya había otros grupos que se llamaban "Voces" de alguna parte o de alguna cosa.

Encontrar el uniforme tampoco fue muy largo, porque como no teníamos mucho poder adquisitivo (dos profesores, un inspector y un estudiante) , nos conseguimos cuatro ponchos del mismo color café más o menos iguales de forma y listo; ése fue nuestro primer "look". Con esa pinta nos presentamos en un acto cultural del Liceo y a la gente le quedó gustando. A partir de ese momento fuimos aumentando el repertorio y para no repetirnos ni copiar a otros, me puse a componer canciones al mismo tiempo que escribía los arreglos a cuatro voces. Nuestro prestigio se extendió a las provincias cercanas y llegó hasta Santiago.

Pero antes de presentarnos en la Capital estuvimos varias veces en Chillán, Linares, Talca y otras localidades de la región, siempre con bastante éxito. Con ello fue surgiendo en torno nuestro un círculo de "hinchas" y admiradores, lo que nos provocó un ritmo de vida y actividades difíciles de sostener, porque además de practicar y presentarnos debíamos trabajar o estudiar y ocuparnos de nuestras familias. Al mismo tiempo se forjó entre nosotros una sincera amistad.

Para rematarla, se formó un círculo de amigos incondicionales del conjunto que les gustaba organizar fiestocas y comilonas pantagruélicas, las que se hicieron famosas. Nuestros fans las llamaban "Los Viernes Gigantes", porque se realizaban ese día después de la última jornada de clases de la semana, Don Francisco estaba de moda y el Negro era bueno pa' la talla como el Mandolino. Estos encuentros se hacían en el Economato del liceo, o sea en la sala de Economía Doméstica, cuando aquella materia formaba parte aún del programa educativo.

Disponíamos de una gran sala donde había una inmensa cocina a gas, útiles de cocina, platos, servicios y hasta delantales. Las reuniones se hacían con el permiso de la dirección, que las señalaba como encuentros culturales. Ahí ensayábamos, planificábamos y tandeábamos de lo lindo, al mismo tiempo que el Negro Salazar preparaba unos cocimientos de muerte, acompañados de unos botellones de mostos locales de excelente calidad. La comida y el trago eran el aporte de nuestros seguidores, que más de una vez tuvimos que ayudar a bajar las escaleras del liceo para evitar accidentes por causa etílica. Nosotros consumíamos mucho menos porque es difícil cantar y tocar instrumentos con la boca llena y el vaso en la mano. Así que permanecíamos sobrios a pesar de lo cercana que se encontraba la tentación. Solo al final del ensayo nos pegábamos unos toques saboreando los platos preparados por nuestro primer guitarrista y primera voz. Sinceramente puedo decir que la gozamos como chanchos en el barro, pero nunca se curó ninguno de nosotros, porque en el fondo nos esforzábamos por hacer un trabajo serio.

La voz del Negro merece párrafo aparte, con un registro que me permitía hacer verdaderas acrobacias en mis arreglos. Que esta nota está muy alta... no importa, el Negro se la puede de sobra. Y en la guitarra para qué decir, los punteos le salían como jugando al trompo, pero no se chingaba nunca. "¿A ver, Negro, podis hacer esta pirueta con los graves?...Tilín, talán, tan-tán; ahí está. ¿Y podís cantar este La agudo?...Re, mi, fa, sol, LAAAAAAAA; ni un problema". Los otros eran bastante buenos también, de modo que con ese material humano y musical yo podía darme el lujo de arreglos poco accesibles para otros grupos y "hacerle la collera" a los mejores.

Así comenzó Voces de América, el mejor grupo musical que he tenido. Posteriormente traté en varias ocasiones de formar nuevos grupos pero me ha sido imposible encontrar tan buenos músicos y amigos como ellos.


Me queda bla-blá para otro, u otros artículos, ojalá que les guste esta historia. Entonces sigo otro día, con el permiso de ustedes.

Escrito por don Yope

jueves, 28 de agosto de 2008

Una nueva nieta para Carmen Gloria

Soy Magdalena Paz y nací el 26 de agosto de 2008, mis papis se llaman Gerardo y Catalina, mi abuelita Carmen Gloria está muy contenta. Parece que todos los que me rodean están felices y... bueno, aquí les presento mis primeras fotos. Son digitales, porque yo soy moderna...



miércoles, 13 de agosto de 2008

Mi mami Tita ( vista por su hijita mujer.)

A través de estas líneas me propongo hacer una rememoranza de mi mami Tita tomando en cuenta el vaso medio lleno, es decir saltándome los episodios tristes de su depresión endógena.

Desde que tengo uso de razón ella se afanó en tenerme bien vestida con cosas lindas que ella hacía con santa paciencia y prolijidad, a medida que fui creciendo yo elegía mis tenidas mirando los “figurines” de la revista Burda que venía con los patrones de las distintas prendas y ella se las ingeniaba para hacerlas ya fuera comprando la tela si se podía, o transformando alguna pieza ya usada. Hoy diríamos que sería algo así como reciclaje o "vintage" .

También yo copiaba mucho de las películas y mi favorita era Audrey Hepburn si alguien no tan joven recuerda su facha me encontrará razón, era pura clase. Como en "Desayuno en Tiffany's" o en "La princesa que quería vivir."

Una tenida especial que recuerdo (diseño propio) fue un abrigo verde con sombrero incluido que me hizo con una tela espectacular que compramos con un crédito en ”Los Gobelinos” que nos consiguió el amoroso del tío Manuel, ignoro si él aceptó nuestro pago pero no me sorprendería que me lo haya regalado ¡ tenida de película !

El vestido de novia no me lo pudo hacer porque en ese tiempo estaba enferma y creo que le debe haber pesado no hacer algo tan significativo, tenía manos de oro para la costura y nunca se atrevió a trabajar por plata pues le daba miedo.

La Loly y Lucía recordarán como nos preparábamos para ir a Papudo con las maletas llenas de pilchas para cambiarnos tres veces al día ¡que frivolidad ! pero esa era nuestra vida playera.

Mención aparte y no me corresponde a mí contarlo son los hermosos trabajos de la tía Fresia, su fuerte eran los vestidos de niñita con bordados y adornos todos muy finos y de buen gusto.
Mi mami le alcanzó a hacer al Rorro un traje para su primera comunión que después usó en un festival de colegios católicos de la comuna donde ganó el premio al mejor intérprete.


Dejo hasta aquí la auto referencia con respecto a mi gusto por los trapos gracias a mi mamita.

Escrito por Anamaría Bórquez

jueves, 7 de agosto de 2008

Mi mami Tita


Los relatos de Don Yope aquí en el blog son hasta ahora, claro, bastantes años antes de que yo percibiese alguna cosa sobre la profundidad de la vida o la inmortalidad del cangrejo. Pero tengo varias cosas para recordar.

La lecheria de Jotabeche daba facilidad a los vecinos de tener leche fresca todos los días. Para eso, entregaba un tarrito exactamente igual al que existía en los fundos lecheros, pero a una escala menor, o sea un recipiente en miniatura que todo vecino podía tener y comprar lechecita rica, pura y entera, con todo el colesterol, las grasas saturadas y los mil y un venenos que dicen ahora que tiene, todos literalmente al pie de la vaca, sin que nuestros vecinos muriesen por problemas coronarios o cosa similar, supongo… Cada vecino caminaba algunas cuadras con el tarrito, lo entregaba en el local y se lo llenaban con leche fresca, entera, con grasita y esas delicias que encima de un pan, y con un poco de sal, eran de sabor divino...

También recuerdo algunos detalles del barrio. En la casa en la cual vivían mis padrinos, el abogado don Sergio y su esposa María de Rodríguez, llegó una familia que venía del campo, lejano a Santiago. Era la señorita Betty, ya de sus cuarenta y tantos, y sus padres, un señor bien acampado y su mujer ídem. Nada de mofas al respecto, solo quiero situar e identificar nuestro universo-tiempo y personas. Eran humildes y de gentileza impar. No sé de que vivían, solo recuerdo que vendían unos huevos de yema bien coloradita y deliciosos! Más de alguna vez entré al patio de su casa y allí estaban las gallinas, flamantes fabricantes de esos huevos que yo consumía, ávidamente, de la mejor forma que hasta hoy me saben: a la ostra, con limón, sal, aceite y ajo, claro, sin el cual no hay huevo a la ostra que valga la pena para mí…

Después de una larga convivencia con estos vecinos, supe de la muerte de la señorita Betty, encantadora y atractiva señora de las 4 décadas, por suicidio. Fue un golpe saber de esto, aunque este recurso nada ortodoxo para demostrar que estaba hasta la tusa de vivir de la forma que estaba viviendo no era algo desconocido para mis cortos años. Mi madre, doña Tita, sufría de depresiones extremas y más de alguna vez atentó contra su vida. Mi mami no tenía problemas siquiátricos, como por mucho tiempo se creyó, pasando incluso por horrorosas sesiones de electroshock e internaciones (ya voy a contar lo que pasaba) Por este asunto quedé con la idea de que, si pasaba una ambulancia por el barrio, seguro iría directo para el 157 de Ruiz Tagle. Pero doña Tita acabo sus días naturalmente, en la tranquilidad de su casa del Volcán Copahue , en la Villa Nuevo Amanecer, entregada plácidamente y de manos entrelazadas con la Quenita, excepcional ser humano y amor de persona, que la acompañó y cuidó varios años, a la cual la mami llamaba cariñosamente de "mi ángel de la guarda".


Doña Tita Acuña Caro tenía un problema casi prosaico: falta de litio en la sangre. Esta descompensación química la llevaba a esos intentos. El doctor Benucic, su psiquiatra por años, después de participar en un simposio en el exterior en inicios de los '70, llegó con el reciente descubrimiento: "falta de litio en la sangre produce depresión nerviosa". Le hizo una litemia y listo, una pastillita por día, de por vida, y mi mami prácticamente nunca más sufrió de depresión, teniendo inclusive motivos para ella, como la dispersión de la familia después del golpe militar, yo a Brasil, Pello a Canadá y mi padre a Argentina y Paraguay y por supuesto, la cruel enfermedad de mi padre y su rápida muerte.
Escrito por Jaime Bórquez

sábado, 2 de agosto de 2008

Los nietos de Tamalí y don Yoyo !!!


Siguiendo con el Festival de los baberos, les presento a los nietos de Anamaría y Rodrigo, hijos de Vanessita y Carlos. Por supuesto también está Tomasín, hijo de Rorrito.


Los Chichines !!! José Tomás (arriba) y Vicente

Tomasín

viernes, 1 de agosto de 2008

Los nietos de Carmen Gloria


No podíamos dejar de presentar en sociedad a los nietos de mi hermana Carmen Gloria. Ella lloró y como el que no llora no mama, aquí están sus luceros.

Renata

Los nietos, Felipe Eduardo y Renata Carolina

jueves, 31 de julio de 2008

Raulito, el niño feliz

Raulito es mi sobrino, hijo de Rosita, hermana de mi Florcita. Es un niño feliz y acostumbrado a las cámaras de sus tíos. Con él "chochiamos" los fines de semana


Mackenzie

Otra integrante que tengo el honor de presentar, se trata de Mackenzie, hija de Roxana Bórquez, quien a su vez es hija de nuestro inefable y querido don Yope junto a Angélica Pozo.


Constanza Isidora

Ha llegado una nueva integrante a esta larga familia y aunque no es Acuña ni Bórquez, si pertenece al grupo de los afines y quien sabe ? talvez mañana se una a las filas de este blog

Lorena del Valle Acuña

Les presento mi sobrinita Lorenita, hija de mi hermana Luz María y don Cholu del Valle,mientras espera la llegada de su hermosa hijita.


Constanza Isidora, recién nacida duerme plácidamente

martes, 29 de julio de 2008

Encuentro con los primos




Don Pedro Segundo Bórquez Alfaro, acompañado por su hijo Jaime regresa a las tierras de su infancia, la localidad de Huilmo (comuna de Montepatria) en busca de sus raíces.
Emocionante es el encuentro con sus primos Germán y Armando después de tantos años.

lunes, 28 de julio de 2008

La bolsa de papel



Acontece que cuando éramos niños vivíamos en calle Cuevas 1839, a cuadras de donde vivían los tatas, cuadras que caminábamos sagradamente cada domingo para el almuerzo en familia con los abuelos, era una especie de minga, todo el mundo cooperaba, los niños jugaban y ponían la mesa, mientras las mamás preparaban las comidas y postres, padres y abuelo conversaban sobre los acontecimientos nacionales…

Mi memoria de niña trae un recuerdo imborrable, asociado a días de invierno, frío y lluvia…

Resulta que en estos días, que se hacían interminables para nosotros, niños pequeños “atrapados” dentro de la casa, ocurría algo que nos alborotaba y alegraba infinitamente…

Acercándose la hora de once, sentíamos golpear la puerta … corríamos a abrir … y allí estaba en su bicicleta nuestro Tata sonriendo, un poco mojado y con las manos en la espalda, escondiendo algo…
Era una bolsa de papel con exquisitas y crujientes sopaipillas que la abueli había cocinado y él nos traía como hermoso regalo, luego se despedía y ni siquiera se quedaba a tomar onces.

Este gesto de los abuelos , lo valoro inmensamente como una sencilla expresión de AMOR y COMPARTIR tan ajeno al actual consumismo.
Y hasta el día de hoy las bolsas de papel tienen un especial encanto para mí…


Historia escrita y contada por Marité Mota

domingo, 27 de julio de 2008

Noticias del día

Nuestro Rorrito Osorio Bórquez sufrió un accidente en la localidad de Lautaro. Felizmente el asunto no pasó a mayores y hoy se encuentra recuperándose de una herida que le costó 10 puntos y un tirón en el brazo.
Para aquellos que quieran enterarse de más detalles aquí va el link:

http://www.fotolog.com/sinergia

Un abrazo para don Rorro


Otra!!!

Un artículo de turismo sobre Tierra del Fuego escrito y fotografiado por don Mejai se publica hoy en en el suplemento Viajes de La Tercera.
Ideal para quienes gozan conociendo el mundo a través de una pluma ágil y entretenida como es la de este mopri trotamundos.

miércoles, 23 de julio de 2008

La disciplina de antaño



Sobre la abuelita Teté, así es conocida en nuestra familia, la recordada señora Teresa Caro, quiero contarles algunos datos talvez desconocidos…

Mujer, nacida en el campo de Linderos, cerca de Buin y Paine. Su padre se llamaba José Dolores y su madre Delfina. Él se ganaba el sustento repartiendo leche en un carretón con unos tarros grandes y la mamá realizaba labores de casa, que no son pocas, hacía quesos, una tarea ardua y minuciosa y tal vez cuidaría su propia huerta.

La abueli, tenía una hermana, Ana, ( la abuela de ustedes chiquillos ) que en nuestra familia siempre fue conocida como Tae ( no tengo claro el origen del disminutivo).

Según su propio relato, la abueli siempre fue un tanto traviesa… o tal vez, un poco lenta en cumplir una orden, el asunto es que la mamá ( Delfina ) no hablaba dos veces … y cuando no era obedecida prontamente, tomaba “ la paleta” ( ver nota )… y con eso “ se las daba”… ¡ imagínense!

Como la abueli sabía “ la gestión”, al menor problema salía corriendo , tiraba la paleta arriba del techo y se encaramaba a un alto peral, de donde solo se bajaba cuando los ánimos se calmaran .
Por lo que ella contaba, la Tae no la acompañaba en estas escapadas y se quedaba “en tierra” “aguantando el chaparrón”.

Nota:
la paleta ( palo largo con que se revolvía la ropa blanca en un fondo, mientras se hervía, única forma de lograr la blancura y pulcritud en esos tiempos)

Aventuras de la abueli hay varias …más adelante enviaremos otras.


Recopilado y escrito por Marité Mota

lunes, 21 de julio de 2008

Los Radioteatros 2


Mis distinguidos contertulios (asi saludaba el personaje de Residencial La Pichanga que era del Club Deportivo Universidad Catolica...), debo decirles que este lindo recuerdo de don Topa, que a su vez inspiró a don Yope, es un tremendo tema para recordar nuestra infancia. Y me inspira para partir contándoles que, hasta el dia de hoy, soy un fanático de la radio pero de esa que "me cuenta cosas". No quiero música, salvo que sea antigua, de mi niñez o de los tiempos de lolo, o sea mi radio, en Chile, practicamente tiene número fijo 102,1 Oasis. Curiosamente aqui en Brasil en ese mismo número descubrí una radio similar, que toca desde Brenda Lee a Beatles y Credence, por lo tanto es tambien mi segunda radio favorita, ya que la primera es la CBN, cuyo slogan es "la radio que toca noticias". Nada de musiquitas ni que ocho cuartos, quiero que me cuenten cosas...

Pero volviendo al tema de la radio que tan re bien agarró este viejo don Topa, debo decirles, distinguidos contertulios, que gran parte de mi niñez la pasé pegado a la radio. Llegaba del liceo Ruiz Tagle a eso del medio dia. Mi tia "Chicuca", como le llamaba a mi tia Julia, me tenía o el huevito a la ostra o el "bistec alemán", o "crudo" preparadito, guardado en el mueble de la cocina. Ahi me lo llevaba a la pieza de ella y en una radio de bakelita a tubos de color café oscuro, (que algun día encontraré en el Persa y la compraré con gusto...) me instalaba a escuchar "Lo que cuenta el viento", sentadito en la cama, con mi platito encima del velador de la tía. Mi viejo tenía una radio del mismo material, pero negra y mayor que la de la tia Chicuca. Ahi escuchaba "Fortachín", patrocinado por Milo. Este era un cabro que tenia varias cualidades para salvar gente de cada peligro. Claro, era fuerte, tomaba Milo!!!. En esa misma radio escuchaba "El vaquero solitario", recuerdo hasta la canción del inicio: "Proteger es su misión y ayudar al defensor, y con Plata su corcel recorrer por las tierras del Far West, asi va el vaquero, con todos sus compañeros... "

Recordarán tambien "Cine en su hogar"? "Copucha el colegial"? Los capitulos de "Perro Mundo de la Tercera Oreja"? O programas de noticias como "La gran encuesta", los domingos por la noche? Esa la escuchaba acomodado en la cama de mis viejos, quien sabe con unos cinco o seis años, por ahí. Y los personajes de Jorge Romero, desde "Firulete" al "Quemadito", recuerden que antes del "Cuesco Cabrera" estaba "Pepe Pato", gran creación de Jorge, que inclusive grabó "El Cacharrito"!!! "Mandé mi cadillac a arreglar el otro día, qué bruto que hace tiempo un reparo me pedía..."

Y los programas de música? "El calducho"? o ese otro con la Maria Pilar Larrain, donde contaban chismes de la farándula en un block que se llamaba Son rumores? "Coctel de estrellas", se llamaba...
Más de alguna vez fui al Cine Auditorium que creo era de la radio Del Pacifico, que quedaba en un pasaje entre Morandé y Bandera, a ver "Residencial La Pichanga" y me hubiese gustado ir a la Portales, a ver "La bandita de Firulete" o a entretenerme con Don Casiano Pelaez y Pelaez, el Amadeo ( personaje inolvidable de Sergio Silva) la señora Sinforosita, la Raca, el tío Livorio, el maestro Chasquilla, volver a escuchar "Soñar no cuesta nada" o "El correo de Mineria"!!!

Y recuerdo, claro, los que tanto don Yope como don Topa nombraron, "Los Ofensores", en la Agricultura, y la parodia "Los Ofendedores", de Jorge Romero, en la Portales. Y el "Portaleando la mañana"? Y la frasecita cantada "Radio Recreo que hora eeessss? Las 11 de la mañana... A toda hora Radio Recreo está con Usted...." Esa me recuerda mi casa papudana, con la mama Juana en pleno ajetreo para alimentar el ejército de cabros que éramos!!! Y tambien las veces que tuve la suerte de estar en el departamento de la tia Rochi y el tio Mario, en Recreo Alto! En la pieza del Maro habia una radio Zenith ma-ra-vi-llo-sa!!! Era como una radio de campaña militar. Algun día la encuentro por ahi en algún cachureo y, claro, la compro, meh que hueá!!!
La radio fue mi compañía. Y espero que la Tila se acuerde que me trajo una de Miami, era una Fiesta, radio pequeña a dos pilas, blanca con forro de plástico negro, que usé por años y que tiempo despues la vi en manos de Pablito Je-jé ( mi sobrino canadiense...) pero no sé si funcionaba. Recuerdo hasta el olor que tenia esa radio!!!

Ahora, debo confesar, esa del Capitán Átomo que contó don Yope, me dejó marcando ocupao...
Un dia llegó la tele y la gente pasó a no imaginar más paisajes, personajes, escenarios, acciones. Ojalá vuelvan los radioteatros, como dice don Yope, son un estimulante poderoso para la imaginación.

Autor: Jaime Bórquez