lunes, 15 de febrero de 2010

VIAJE SENTIMENTAL

                                                    
Ruiz Tagle 157, mi casa de la infancia.

Hacia mucho tiempo que queria hacer este paseo por los rincones de mi pasado. Lo conversamos harto con don Topa, que tambien fué para este barrio y debe tener otras fotos e historias que contar. La cosa es que partí para el barrio Estación Central  hacen solo unas tres semanas. Este paseo nació de una feliz concidencia. Mi gran amigo Rodrigo Gonzalez, que vive en Canadá y estaba de paseo por Chile, me comentó que queria ir a los barrios de su infancia. Y donde es eso, le pregunté. "Bueno, yo naci y crecí en la Alameda, entre Jotabeche y Bernal del Mercado, fui alumno de la Aberlardo Nuñez y"....... Y le dije que parara por ahi, ya que a solo una cuadra de ahi habia pasado mi infancia y niñez. Por lo tanto decidimos partir un buen domingo ensolarado para recorrer nuestro pasado.
Nuestra casa de Ruiz Tagle es hoy el hotel Amanda, parejero a rabiar, que cuesta la la módica suma de siete lucas las tres horas.

                                              
La entrada, foto sacada desde la mampara

Si me puede haber sorprendido que nuestro nido se haya convertido en un "matadero", mucho más me sorprendió lo grande que me parecia la casa cuando vivia en ella y lo estrecha y pequeña que es, en realidad.
En esta foto de la entrada podemos ver a la izquerida  la puerta de la pieza de mis viejos, a la derecha la del abuelo, luego el living. Antes habia, al fondo, una puerta al patio de luz y a la derecha se entraba al comedor.


                                                       
El "amplio" living es re chiquitito...

Recuerdo que en este living habia unos sofá, estaba el piano y en ese rinconcito estaba el telefono, que era el 90672.  Esta puerta blanca daba a una pieza en que, durante algún tiempo, el tio Sergio guardaba platos y servicios de su negocio "La casa de las fiestas".

La señora que me atendió en el hotel Amanda,  muy gentilmente,  es la hermana del arrendatario del establecimiento. Los dueños ahora son un grupo de alemanes que han comprado todo lo que han podido en esas calles, hace poco tiempo. La señora me contaba con bastante pena que el hermano habia arrendado la casa cuando estaba practicamente abandonada, era un antro de alcoholicos y vagabundos, las maderas de suelo y techo estaban podridas y era hasta peligroso estar ahi dentro. El hombre la reformó y restauró al punto de hacerla habitable (es hotel y residencial), le metió la plata que no tenia y ahora, justo cuando está tikitaka, vienen los nuevos dueños a decirle que se tiene que ir.

La verdad es que la casa está irreconocible. No hay patio de luz, ni terraza, ni parrón ni menos el garaje. Conversando con esta señora le dije que alli habia un garaje con pozo para el mecánico, donde hoy tienen una cocina. Ahi me dijo: aaahhh, por eso es que habia aqui un tremendo hoyo! Claro, era el pozo, que cosa fina, teniamos un garaje con pozo para no estar tirado debajo del auto!!!

              
 La pieza que era de mis viejos. Perciban que fue tapada la entrada a la pieza de Anamaria.

Repito que al recorrer la casa senti todo como si me hubiesen encogido el mundo. Y cuando entré a las piezas? Como podia yo esconderme en ellas sin que nadie me encontrase? Como podia caber en ellas un ropero, dos camas, dos veladores y un mueble con espejo redondo, para mi madre afilurarse los rulos? Ah, y una maquina Singer.... Hoy todas las piezas tienen baño. En los viejos tiempos habia que usar la "pelela" o salir al baño que estaba antes de la cocina, vale decir tres piezas más allá, en mi caso siempre silbando, con miedo de las almas que penaban en casa. Y al parecer penaban de verdad, porque recuerdo haber llegado un final de tarde a casa y ver a mi mamy, el abuelo, la Juanita y la tia Julia caminando atras de un cura, probablemente el Padre Guillermo, que oraba mientras caminaba por la terraza, cerca del subterráneo.

A propósito, me olvidé de preguntar por el subterráneo, pero al parecer cuando llegó esta gente que hizo el hotel ese lugar ya estaba tapado por los arrendatarios anteriores, que creo que era una firma (don Topa sabe más de ese tiempo).



Para ubicarme mejor en las imagenes que tenia del pasado me subí a mirar el techo. Aqui me ubiqué un poco mejor y vi que, al parecer, la casa de los Cespedes no ha sufrido tantas modificaciones como la nuestra. En esta foto vemos esa pared, que era la que separaba comedor de terraza. Y más a la izquierda superior, parte de la cocina y del patio de la Lucy, donde habia un guindo grande. Noten que, para que las piezas no sean tan oscuras, pusieron un tragaluz.


 
                        
 La entrada posterior, de Federico Reich 162, donde estaba el portón y el garaje.

Al parecer la fachada que más diferente está, del resto de las casas por Federico Reich, es la nuestra. Claro, tampoco está el muro de adobe ni el portoncito de madera que tenian los Cespedes, que se cerraba con una tranca, será que alguien recuerda eso? Pero el resto de las casas, salvo pintura y una que otra cosita, están casi todas iguales, la del Tano, la de los Paredes, la de los señores que trabajaban metales, la de Elastoplastic, donde vivia la señora Laurita, hasta la esquina de Murruco, todo parece estar detenido en el tiempo. Fijense bien y diganme si estoy equivocado.




Aquí vivian de un lado los Paredes y del otro los Larco.

Abajo, la calle Federico Reich para el lado norte, donde vivia la Victoria, Sergito y sus hermanas y en la esquina, habia una panaderia que don Yope puede hacer mayores comentarios.

Más abajo la esquina de Federico Rech y Coronel Souper, hoy tiene otro nombre.


Aqui, la casa de los Cespedes, que al parecer está bien parecida a la de los años 60.


 

La fachada del 157 de Ruiz Tagle. Asi, solo el color no recuerda a la original.

Y no quiero aburrirlos más con cosas del pasado. Habia algo en mi que me decia que debia ir antes que todo acabase y al parecer así será lueguito. Asi que aqui quedan estas fotos como recuerdo. Se que don Topa tiene otras fotos del lugar, seguramente mejores ya que estas fueron hechas con la maquina de Rodrigo, una asi chiquitita, no más.

En otro momento mostraré el viaje sentimental al liceo Ruiz Tagle, que está casi irreconocible. O sea, como dicen, continuará....