jueves, 29 de mayo de 2008

Santa Elena y mi padrino Manuel Escobar

Mi padrino Manuel Escobar

Me tienen que perdonar si cambio de escenario, pero no podía esperar más para incluir este capítulo de mi existencia, que es simultáneo al encuentro con la familia Encina de Papudo y la mudanza de San Pablo a Ruiz-Tagle. Pero primeramente, en esta parte de mi relato quiero expresar con emoción el cariñoso recuerdo que tengo de una persona muy especial, un "gentleman" en el más amplio sentido de la palabra. El calificativo de caballero no alcanza a tener el significado ni la estatura que él tenía e irradiaba. Estoy hablando de Don Manuel Escobar, Mi Padrino; y con qué orgullo lo digo. Cuando yo era niño me encantaba ir a su casa, que me daba la impresión de ser un templo de paz, sabiduría y sana diversión.



Don Manuel Escobar

''Santa Elena'' era el nombre que le dábamos al barrio correspondiente a la Parroquia San Nicolás de Tolentino y con el tiempo se convirtó en el nombre que usábamos para designar esa casa. Ahí donde la calle Vicuña Mackenna hacía una curva en forma de S y se pegaba a la vía férrea del trencito que llegaba hasta Puente Alto.

En la entrada había: un antejardín con una especie de palmerita que nunca creció, la acera de pastelones de cemento, una bella acequia con algunos pequeños puentes, la que irrigaba unos inmensos árboles de tipo plátano oriental y finalmente un ancho espacio de tierra hasta la calzada donde se podían estacionar holgadamente hasta grandes camiones.


El tío Manuel y familia

A un lado de la casa se encontraba la industria vinícola "Champagne Valdivieso", donde trabajaba el tío Manuel como químico enólogo, el primero en Chile (y el mejor, creo yo). Al otro costado había una callecita con seis casitas de dos pisos de color rojo, todas iguales, que se terminaba en una placita triangular limitada en dos lados por una muralla blanca, siempre limpia y libre de rayados. Era un barrio en miniatura construido para los trabajadores de la industria Valdivieso. En la vereda de enfrente estaba la iglesia de San Nicolás con sus muros blancos impecables y un lindo antejardín. El conjunto era de una belleza simple y acogedora. Da pena pensar ahora que todo aquello fue destruido en nombre del ''progreso urbano''. Los ecologistas de hoy habrían pataleado y manifestado ruidosamente presenciando el talaje de árboles tan magníficos como aquellos.
El tío Manuel disponía de una verdadera colección de licores finos y sabrosos que él mismo preparaba. En el comedor había un mueble como un aparador conteniendo botellas de formas variadas, que dejaban escapar suaves perfumes de alcohol aromatizado. Cuando servía un aperitivo era seguro que se trataba de un elíxir del Olimpo.

Contaba mi mamá, porque yo no me acuerdo del hecho, que con ocasión de un almuerzo en casa de la familia Escobar se sirvieron un traguito y yo que tenía entre tres y cuatro años, me puse a saborear las gotitas que quedaron en las copas. En unos minutos empecé a reírme solo y a bromear haciendo un gesto como queriendo punzar a cada persona con en índice, al mismo tiempo que exclamaba: "el niño flecha". A todos les causaron mucha risa mis payasadas de pergenio borracho y desde ese momento en Santa Elena me llamaban el niño flecha. Pero no lo decían en tono de burla, siempre el tío me abrazaba con cariño mientras me nombraba así.

Creo también que el tío Manuel fue el descubridor de Papudo en la familia, porque en las fotos más antiguas del lugar aparece frecuentemente él y su gente. Don Pedro y la señora Tita pasaron ahí su Luna de miel, siguiendo al parecer, una tradición familiar. Cuando chico me gustaba ir a Santa Elena casi tanto como a Papudo.

Una vez que nos visitaron la tía Teresa, la Tere, que era mi madrina, la Sonia y Patricio, con quien hacíamos yunta y lo pasábamos de película, me dio una pataleta porque no me querían llevar. Lloré tanto que al fin mi mamá puso un pijama y ropa interior en un bolsito para que me fuera a quedar con ellos un par de días. Un par de correctivos deberían haberme dado, por consentido.

Sentí que nadie estaba contento conmigo y anduve un buen rato achunchado, tratando de pasar desapercibido, y luego traté de congraciarme con la familia, porque perder su simpatía era como perder oro.

Tengo varias anécdotas que iré contando en próximas "crónicas" para tratar de poner al coriente a "mis lectores" de experiencias, que por ser yo el más viejo de todos los primos, tuve la suerte de vivir. Creo contribuir así al patrimonio cultural de la familia. Además que ya le tomé el gustito a revivir esos momentos que fueron esculpiendo la personalidad e idiosincracia de nuestra tribu.


(prometo seguir, si les agrada la idea).

Escrito por don Yope

19 comentarios:

Don Pato dijo...

Nota: En la fotografía que dice "Tío Manuel y familia" se encuentran de izquierda a derecha:
Sonia, tía Teresa, tío Manuel y bajo él Patricio Escobar, la Teresita (tan linda ella) y "curiosamente" un tío mío...don Gerónimo Castillo Órdenes.
Qué hacía allí ese día?
Quien sabe...

Jaime Bórquez dijo...

Don Yope, puchas que lindo el sentimiento que irradia su crónica. Y aunque yo tengo algunas primaveras a menos que usted, recuerdo con extremo cariño a este ser iluminado de luz alba y mucha paz, que era el inolvidable tio Manuel. Le tuve siempre entrañable cariño y profunda admiración. Me daba una paz inmensa, nunca lo vi enojarse, era querendón de los niños como pocas personas he visto en este mundo. Si hasta recuerdo el tono de su voz! Tengo tambien el nítido recuerdo de su humor, cuando se juntaban con el abuelo David y don Pedrito, a jugar brisca, en el comedor de Ruiz Tagle. Me caliento y saco el sable, solía decir el abuelito David, bajando con fuerza las cartas a la mesa!
Mis idas a Santa Elena no fueron pocas. Claro, el Pato Escobar era grandote para juntarme con él, pero "las niñitas", como les decian a la Mari-Té y a la Mari-Ve en nuestra familia,eran más o menos de mi edad y lo pasaba re bien con ellas. Recuerdo esa casa perfectamente, en especial una pieza que habia a mano derecha, que tenia un pedazo del techo con vidrios, en donde habian unas máquinas de tejer y, en los anaqueles, algo con lo cual soñé muchas veces despierto: unos tentadores fracos con frutas en conserva!!!
Otra cosa que siempre he recordado era el teléfono que habia en la casa, entrando, en un rinconcito a la mano izquerda. Era de eso que usaba Elliot Ness y los Intocables, con auricular separado del micrófono. Y en la pared habian dos figuras de yeso, distanciadas por algunos centimetros, que eran dos viejitos conversando por ese tipo de telefono.
Recuerdo el patio y una puerta chica a la izquierda, que daba a la villita que usted describe. En ella vivia Juan Soto, el astro colocolino de esos tiempos, un tipo sencillo,un poco tímido, suave y alegre.
Y no debe ser de balde que usted se casó en ese barrio, en esa iglesia que nombra ahi. El otro dia no más ví unas fotos, en donde está usted llevando del brazo a doña Tita, vestida con un traje oscuro, que era medio brillante y que hasta ahora recuerdo perfectamente verlo colgado en el ropero de los viejos, en Ruiz Tagle.
El tio Manuel Escobar, un personaje que jamás olvidaré. Mi viejo le tenia profunda admiración y cariño.
Lindos sus recuerdos, don Yope, quedé con ganas de "quiero más"....

Anónimo dijo...

El tio Manuel y la Tia Teresa, que lindos recuerdos,a todos nos encantaba ir a esa casa, era tan especial, todos tan cariñosos,tengo muchos recuerdos ,todos los años estabamos todos pegados para San Manuel puchas que lo pasabamos bien, recuerdo al Pato y la Ines con su falda plato bailando rock, yo era una pergenia.
¡¡Que linda familia!!
Que yo recuerde el Peyo no se caso ahí donde dice Don Mejai ¿o me equivoco?
Anamaria y yo nos casamos en esa casa, la tía Teresa fue super generosa para permitir que hicieramos la fiesta en su casa , cosa que hoy no se ve mucho, lastima que ya el Tio Manuel no estaba pero por ahi sale en algunas fotos su retrato encima de una tele en la salita.
L atía Teresa fue mi madrina de matrimonio, una persona encantadora,siempre la recuerdo cuando ya estaba casada que me iba a visitar con mi tia Tita y como no recordar cuando era chica me contaba el cuento del Ratón Perez que se cayó a la olla y la hormiguita lo siente y lo llora ¿quien se acuerda de ese cuento?
Era fanatica de Tom Jones decía que le gustaba como se movía ¡¡viejita picarona!! y la tía Tita se mataba de la risa.
Puchas que hartos recuerdos se vienen a mi mente , gracias por tan lindos momentos.

Anónimo dijo...

No me creeran pero anoche sin saber lo que escribiria mi hermanito Pello pensaba en testimoniar en este blog de vivencias mis visitas a Sta Elena.Mis recuerdos no son tan claros como los de mis hermanos pero si me acordaba ¡cuanto me gustaba quedarme allá!, como yo era mañosita aprovechaba que el cariñoso tio me aguantaba que no comiera si no queria.Por otra parte la Tia Teresa me hacia en el desayuno unos huevitos revueltos con nata que nunca he olvidado.
En los tiempos del Rock and Roll con el Pato Escobar poniamos discos e inventabamos pasos que bien podrian ser hoy de concurso de baile.
Habia en el patio, aparte de columpios, una barra como a 1.80 mt de altura, en la que me subia no se como (tan señorita yo!)y me colgaba cabeza abajo, era mi deporte favorito.
Es importante recordar que la Loly y yo nos casamos en esa casa con
"el gentil auspicio" de la tia Teresa (buena onda ella),a quien siempre agradeceré el gran cariño que le tuvo a mi mami.
Me encantaria que leyeran estas cosas Tere y Sonia con sus familias pero aun no encuentro la forma de comunicarles la existencia de estas páginas.Seguiré buscando esa forma.

Don Pato dijo...

Yo no tuve la suerte de vivir como ustedes tantas experiencias en Santa Elena debido a que vivía en La Serena por aquellos años, pero si recuerdo haber estado con el tío Manuel en alguna oportunidad y haber percibido su bondad y carácter afable.
Fui pocas veces a esa casa y no recuerdo muchas cosas, sin embargo tengo nítida la imagen de un reloj Cu-cú que había en un salón que quedaba a mano izquierda. Esas frutas en conserva a las que se refiere don Mejai, imagino que las debe haber hecho la tía Teresa y de sólo pensar en ellas me corre el rial...
Yo tenía la seguridad que doña Any y doña Loly se habían casado allí. Sólo don Yope nos podrá aclarar si efectivamente el también realizó su fiesta matrimonial en ese lugar.
Hermanita Loly, bonitos tus recuerdos de esa familia. No sabía que la tía Teresa había sido tu "mairina".
Me parece haber ido también a esa casa en un momento cuando estaban haciendo los preparativos para mudarse de allí. No tengo muy claro el asunto, pero lo que si les puedo asegurar que fiel a mis principios, algo cachurié de allí como por ejemplo una cadena grande y gruesa, unos fierros varios y al parecer un aparato para recargar tiros. Parece que también salimos cascando con un mueble desvencijado que tenía una cubierta de mármol y seis cajones que todavía existen. Ahora tengo dudas si ese mueble era de esa casa...
Siempre cuando conversamos con don Mejai sobre el tío Manuel, lamentamos que se nos haya ido cuando éramos tan chicos. De sólo imaginar cómo lo habríamos pasado con él más grandecitos y con la posibilidad de visitar la Viña Valdivieso que quedaba justo al lado !!!

Don Peyo dijo...

Puchas que es lindo este blog! Cada recuerdo me trae otro, cada cual más hermoso. En realidad yo no me casé en Santa Elena, sino en Santa Rosa de Lima, pero sí estuve en esos matrimonios espectaculares de Loly y de mi hermanita.
Al de mi primita llgué desde Parral con el ''Voces de América'', pues en ese momento nos encontrábamos en ''gira'' por Santiago. Le estuvimos cantando tonadas y zambas a los novios, mientras don Jota se arremangaba los ''loros'' emocionado.
Estamos todos disfrutando de nuevo de esos tiempos felices gracias a este blog, que con don Topa al timón nos lleva en crucero temporal hacia esos años y lugares inolvidables.

Jaime Bórquez dijo...

Como la foto está grabada en mi cabeza,don Yope me debe aclarar qué hacia con doña Tita del brazo, entrando a la capilla de Santa Helena. Quien se estaria casando? Llegando a casa abriré el baún y pondré la foto en manos de nuestro albacea, para que la muestre a los distinguidos contertulios y nos aclare alguien la pelicula...

Lindo recuerdos están entrando a esta página, y como dice la Tila, como le llamo a la Any, alguien deberia comunicarse con los Escobar y decirles que están saliendo las historias de todos los que alguna vez convivimos, tios, primos, ahijados, toda la parentela que está vivita y coleando, con todos ellos. Me viene a la memoria la tia Teresa, que vivió unos tiempos con doña Tita. Imosible olvidarse de las manitos de naipe que jugaba con las dos, cada vez que iba a Chile y pasaba por la Nuevo Amanecer...

Don Pato dijo...

"Voces de América" !!!
Esa es otra historia a la que habrá meterle mano don Yope, para que todos los contertulios sepan quien ha sido realmente don Pedro Bórquez Acuña. Tenía borrado eso de que estuviste con tu grupo en el matrimonio de mi hermanita. Seguramente yo andaba por ahí rondando otros intereses...
Cuando dice que don Jota se arremangaba los loros, se entiende que se trata de mi padre, don Jorge Enrique Acuña Caro. Es que mi viejo siempre se emocionaba hasta las lágrimas cuando veía y escuchaba a don Yope cantar!!!

Don Mejai!!! su conciencia lo delata cuando habla de la capilla Santa Helena ( Santa Helena con H !!!) me dió sed también...
Cuando esté de vuelta veremos esa foto a la cual usté se refiere y juntos desentrañaremos el caso...con el apoyo de un bototo Santa Helena, con H!!! por supuesto.

Calma gente, que gracias a los buenos oficios de doña Tamalí ya nos estamos encargando de informar a los Escobar.

Puchas! se me habían olvidado
aquellas manitos de naipe en la Nuevo Amanecer donde yo también alguna vez participé. La tía Teresa era brava para el Carioca, nos daba cancha, tiro y lado !!!

Anónimo dijo...

Vieron que tenía razón, el Peyo no se caso en Santa Elena,si yo fui a ese matri todavía me acuerdo.
Primo Peyo como no recordar su actuación en mi matrimoneo si nos hiciste esperar hasta como las 5 de la mañana pero valio la pena, yo me creia la muerte con mi primo artista y siempre lo admiré, me encantaba escucharlo tambien tocar el piano, recuerdo que siempre le pedia "Para Elisa",es que el piano me fascina , me hubiera gustado tanto que uno de mis hijos hubiera tocado piano Gerardito tenía bastante habilidad pero no se dio la oportunidad de que lo hiciera así que tuvo que optar por la guitarra y no es porque sea su madre toca harto lindo pero cada vez lo hace menos lo que me causa mucha pena porque si hay algo que me gusta es juntarse a guitarrear y cantar verdad que es bonito?
No lateo más ¡¡Hasta la proxima!!

Anónimo dijo...

¡Viva mi tata Manuel !, era como ustedes lo recuerdan y mucho más creo, según mi percepción de niña ... que consideraba a cada persona de su familia ( hijos y nietos ) su mayor tesoro y por lo tanto sus expresiones de cariño hacia nosotros eran muchas.
Mis comentarios darían para largo por lo tanto seguiré la sugerencia de Jorge Patricio y trataré de escribir sobre él y se los envío ¿de acuerdo?
también enviaremos más fotos ,saludos

Anónimo dijo...

¡Qué alegría poder leer todo esto!!!, se pasaron !!!...
Cuando murió mi tata, yo tenía cerca de 4 años y estábamos en Chiloé....hubiese querido compartir mucho más con él y hacer todo tipo de experimentos y curiosidades varias en su compañía, pero...ahora gracias a ustedes podré conocerlo más....
También me alegra poder saber de ese "joven" que conocí en Parral cuando iba de vacaciones,(a los 6 ó 7 años aprox) y tocaba varios instrumentos.....y se tuvo que ir lejos.....etc.etc.
¡¡¡Es emocionante saber de ustedes!!!

Anónimo dijo...

Hola a cada uno,soy la Marivé, no se imaginan lo contenta que estoy al tener la oportunidad de comunicarme con todos. Al leer detenidamente los hermosos recuerdos que tienen del Tata, la Abueli y de mis papás, realmente me siento muy orgullosa y por qué no decirlo, muy emocionada. Nunca me olvido cuando, en varias ocasiones, el Tata ponía su mano en las cabezas de Marité y mía y con algo de tristeza, al menos así me parecía, nos decía:"no crezcan más"
También se me viene a la memoria, las ricas calugas que hacía la Abueli, las que cortaba y dejaba enfriar en la gran mesa, con una cubierta ovalada de mármol, así como también sus conservas, dulce de membrillo, jarabe de membrillo, etc, etc. También recuerdo las tardes en primavera, cuando con el tío Pato elevábamos volantines en los terrenos de Valdivieso, como también, en los Años Nuevos,pocos minutos antes de las 12, el Pato colocaba en el columpio un gran petardo, el cual casi siempre explotaba justo a las 12. Estos son algunos de los muchìsimos recuerdos que tengo de la casa de mis abuelos, a la que ustedes han llamado "Santa Elena". Como bien dice la Marité, los papás tienen muchas fotos, así es que tenemos tema para rato. Besos a todos con mucho cariño.

Don Peyo dijo...

Marité, Marivé y Marmota, qué agradable es saber de ustedes y que participen en este blog! Quedé con la curiosidad y ansias de ver esas fotos que ustedes dicen tener. El tío Manuel fue para mí una persona que me mostró caminos de sabiduría en la vida, igual que mi papá. Así que comparto el orgullo que ustedes tienen de ser sus descendientes y yo su ahijado. Toda la familia Escobar tiene un lugar prilegiado en mi corazón y ahora tengo la alegría de saber que ustedes se suman a esta hermosa y gran familia que estamos reuniendo a través de este blog. Una familia con varios apellidos, todos con lustre de gente honorable, como para sentir legítimo orgullo.

Anónimo dijo...

Puchas que me siento orgullosa de la familia que tenemos,gente linda y eso que todavia no aparecen todos ¿que tal la tia Rochy, la Keka y nuestro querido primo Maro que nos dejó tan temprano?
Feliz estoy de saber de las chicas Mota,la Marcela y Paty que casi no conozco ¿la Marce es la artista? y falta Juan Manuel.Adelante con las nuevas informaciones.

Anónimo dijo...

Hola a todos!!!!
Les pido que tengan un poquito de paciencia con las fotos.....ya las tengo escaneadas, pero me pilló la tecnología jajajajajaja....asi es que le pediré ayuda a mis hijos....(no queda otra....jajajajaja)
Besitos.......

Anónimo dijo...

Un saludo emocionado para cada uno de ustedes.Realmente me parece hermosa vuestra iniciativa, gracias por integrarnos.
Me parece increíble al ir leyendo cada uno de sus vivencias en el hogar de mis amados abuelos, el que puedo junto con ustedes recordar cada uno de los rincones que describen...la mesita con el teléfono de museo, el patio-luz, la mesa de marmol donde la Teté(mi abuela)hacía las calugas, las máquinas de tejer, el patio con el parrón y el magnifico columpio,etc.Yo sólo gocé de todo
eso hasta los siete años...después emigramos a Chiloé.
Del tata tengo el recuerdo patente de cuando nos reunía en las tardes de domingo y nos contaba unos cuentos magníficos de leones y serpientes que nos mantenían sin mover un pelo por mucho rato.
Como menciona Marité, nuestro tata era tan cariñoso ,era "incondicional"...Juan Manuel nos puede contar como lo defendio en una oportunidad.
Me encanta recordar las tardes de domingo en familia viendo "perdidos en el espacio" tomando una rica sopita que preparaba la Teté antes de irnos a nuestra casa de la calle Cuevas, esto era un ritual de los domingos.
Bueno por recuerdos no nos quedamos...¿verdad?.
Otra vez gracias por integrarnos
a esta hermosa iniciativa. Me despido por ahora, debo cumplir con mi deber de madre.
Cariños a cada uno de ustedes...PATI.

Don Pato dijo...

Pati, bienvenida a nuestro blog, estamos tan contentos de con vuestro interés de participar que eso nos da aliento para seguir indagando y profundizando en nuestras raíces y la historia de nuestras familias.
Que interesante sería tener la memoria y poder transcribir aquellas historias de leones y serpientes que les contaba el tío Manuel. Sería un hermoso regalo para nosotros que no tuvimos la suerte de compartir tanto con él.
Esas tardes en familia viendo "Perdidos en el espacio"... Por fin alguien habla de una de las series favoritas de mi juventud!!! con sopita de la Teté... No sabía que la llamaban así y tampoco que habían vivido en la calle Cuevas.
Puras cosas nuevas!!!
Bienvenida nuevamente Pati.

Anónimo dijo...

Hola nuevamente, que alegría que la Pati se integró y qué hermosos recuerdos tiene de aquellos años. Quisiera agregar, respecto a los cuentos del Tata, que en su gran mayoría, incluía a "cazadores" quienes cuando descansaban siempre comían "charqui". ¿Se acuerdan cuando la Abueli donó unos posillos para una rifa de la Parroquia ? y resulta que una tarde de sábado llegaron a entregarle un premio que se había sacado en la rifa, por supuesto que todos alrededor de ella expectantes y...... adivinen qué era ¡¡¡¡¡¡¡ los mismos posillos!!!!!! ¡cómo nos reímos ese día y hasta hoy al acordarnos de la carita que puso la Teté.
Hasta siempre con mucho cariño, Marivé.

Anónimo dijo...

¡hola chiquillos !regio que se sumen mis hermanitas queridas y así compartir recuerdos...

Les cuento que los posillos de la rifa ... ¡los tiene mi mamá! ya que ese mismito día la abueli dijo llévalos Tere , o si no ,yo los voy "a patear"...........
esa era la abuelita je-je-je.

Con respecto a los cuentos , lamentablemente eramos chicas para retener estos relatos únicos, nunca se repetían... el tata los inventaba una y otra vez... lo común era el ambiente , acontecían en la cordillera y los protagonizaban los arrieros que llevaban al ganado a "pastar" por allí , mientras, ellos debían acampar por esos lados , haciendo fogatas para soportar el frío y espantar a los pumas que se paseaban entre las rocas buscando su presa ...
Lo más genial de las historias eran las descripciones acabadísimas que el tata hacía ...con decirles que uno "olía el queso" que los arrieros pinchaban en la punta de sus cuchillos para asarlo en las rojas brasas y comerlos luego con un trozo de pan amasado que sacaban de un blanco paño , del fondo de sus alforjas...
demás está decirles que nosotros nos instalábamos en torno al tata de principio a fin de la historia ...casi sin pestañar

Con mucho cariño estos recuerdos para ustedes...