Escribo estas líneas queriendo completar lo que mi querido primo cuenta de nuestra breve visita a Chile. También van algunas fotos para ilustrar lo que voy contando.
Llegamos a Santiago el domingo 3 de agosto a las 06:30 h. El día estaba nublado, amenazando lluvia, pero no hacía mucho frío. En mi interior sentía una cierta angustia pensando en el tiempo que nos tocaría durante nuestra corta estadía.
Cuando el transporte nos dejó en la puerta de mi hermanita y mi super cuñado Yoyo a eso de la ocho de la mañana, estaban empezando a caer algunas gotas. Como era temprano y día domingo pillamos a los dueños de casa todavía en pijama, pero igual nos recibieron con los brazos abiertos y después de los saludos nos invitaron a descansar de nuestro largo viaje aéreo. Mientras dormíamos un par de horas estuvo lloviendo y a partir de ese momento el clima se portó ideal para nosotros; puro Sol y días tibios. Solo algunas noches estuvieron algo frías, especialmente en Vicuña y la que ‘‘sufrimos’’ en Papudo.
El mismo día de nuestro arribo por la tarde nos juntamos con la familia Osorio-Bórquez donde mi sobrina Vanessa. El encuentro fue muy agradable y los encontramos gusto a poco, por eso quedamos de juntarnos nuevamente al domingo siguiente.
Con la familia Osorio Bórquez
Jessica y su tía Viviana
La piedra de Las Chilcas no se cae
Patio de la casa de Vicuña
Cuando nos recibieron en Vicuña
La familia del Pepe y Lorena, Vicuña
Al interior del valle, más allá de Pisco Elqui
En Monte Grande
Durante el día jueves mi amigo Cristián Valenzuela, ex-alumno de mi señora de cuando ella era profesora de Historia y Geografía en el Liceo de Vicuña, nos pasó a buscar para visitar el observatorio solar y el observatorio astronómico del Pangue, donde él trabaja como administrador, socio y animador tanto para simples turistas curiosos como para aficionados serios. Al atardecer fuimos a visitar otros familiares de mi señora.
Telescopio solar
Protuberancia solar
El faro de La Serena
En Caleta San Pedro
Apreciando el paisaje en Coquimbo
Volvimos a Santiago de madrugada, descansamos unas horas y mi amigo Elías Ruiz pasó a buscarnos al mediodía para ir al observatorio de Pochoco de la ACHAYA, la Asociación Chilena de Astronomía y Astronáutica de la cual soy socio honorario desde hace bastante tiempo. Con Jessica fuimos objeto de atenciones y muestras de cariño, mis amigos siguen como siempre y cada vez que voy a Chile me reciben como al hijo pródigo. Esta vez hasta me felicitaron por mi hija que se puso a hablar con ellos en inglés, francés y algo de castellano. Recibí los piropos hacia ella con humildad, porque creo que tengo pocos méritos por sus cualidades.
En Cerro Pochoco, observatorio de la ACHAYA
Me queda que contar que el jueves antes de retornar a Montreal fuimos al cerro San Cristóbal. Pasamos por el zoológico y subimos hasta la cumbre en funicular. A Jessica le gustó mucho la experiencia y sacamos bastantes fotos de animales y paisajes.
En el Zoológico
En la cumbre del San Cristóbal
El viernes preparamos las maletas, almorzamos con alcachofas, que nos gustan mucho y esas estaban especialmente ricas. Así nos despedimos de nuestra amada familia y con un nudito en la garganta nos fuimos al aeropuerto esperando volver pronto. Mis hijos canadienses pueden tener la doble nacionalidad y ahora que Jessica conoce mejor sus raíces chilenas está dispuesta a realizar las diligencias en el consulado para obtener la ciudadanía y llegar a su nueva patria cuando quiera a visitar su famila paterna que la acogió con tanto cariño. Ella y yo quedamos profundamente agradecidos por todas las atenciones recibidas.
Un abrazo para todos.
Don Peyo
Bonus track
Casablanca, la prima Keka, Alejandro y la tía Rochy
Almendros en flor
Donde Keka y Alejandro
En Casablanca
La tía Rochi y Jessica