jueves, 4 de junio de 2009

La tía Chicuca

La tía Julia era hermana del abuelo David, del tío Lino, del tío Enrique y no recuerdo se había otros tíos-abuelos en esa rama del árbol genealógico de los Acuña Valenzuela. Seguro que sí, pero no los tengo en el disco duro. Mi mamy Tita me contaba que ella había sido casada con un señor que era chofer de una familia pudiente, y por la foto que tengo en alguna parte del baúl es prueba de que es verdad. Quedó viuda joven, parece, lamentablemente no recuerdo si mi mamy Tita me contó de qué falleció su marido. Ahí se fue a vivir con su hermano David, no sé si ya en la casa de San Pablo o después, en la de Ruiz Tagle. Yo solo tengo recuerdos de esta última.

Me suena curioso este término “pudiente”, sin similar en el idioma portugués con el cual convivo día a día tanto en lo profesional como en mi vida de inmigrante en este país. Creo que no tiene que ver con el ejercicio del poder, ya que en ese caso seria familia poderosa… Debe ser, claro, por algo netamente económico. En fin, elucubraciones que nacen de este recuerdo de mi tia Chicuca. No se quien le puso ese apodo, se me imagina que el tío Sergio, aunque puedo haber sido yo mismo. Siempre fue chiquitita, aunque yo fuese un cabro de pantalones cortos la veía chicuca…

Me tenia un cariño inmenso, que fue reciproco hasta su partida. Imposible olvidar los “cariñitos”que mi tía Chicuca le hacía a mi guatita. Llegó Jaimito del colegio al medio dia? Ahí me esperaba un huevito a la ostra o un bistequito alemán ( no le llamaba crudo…) escondido en el mueble de la cocina. Y partía yo con el platito a su pieza, me instalaba en el velador y escuchábamos juntos Lo que cuenta el viento, en la radio Del Pacífico. Cuando llegaba del colegio en la tarde, me esperaba con una oncecita, pan tostado con mantequilla, o un huevo revuelto, o un pedacito de brazo de reina, mi dulce preferido!

Aaahhh, y pobre del que amenazara con pegarle a Jaimito, o hacerlo rabiar! Salía la tía Chicuca, redondita, bajita y de pasos lentos, de su pieza, al lado del subterráneo y frente a la terraza y decía su frase inolvidable: No les da vergüenza a los grandotes hacerle eso al niño, ah??? A veces empuñando una escoba!!! Esa era mi tía Chicuca, mi Mujer Maravilla, mi protectora, la que me mal criaba y me rebalsaba de cariños.

Su pieza olía a yerbas medicinales y siempre tenia un tilito preparado. Tenía también, siempre en el primer cajón de su cómoda, un paquetito de dulces que se llamaban “besitos”, para Jaimito, claro. Se quejaba del “reuma” y de otros males, pero ahora sé que tenía una salud de fierro. En los fríos y lluviosos inviernos que había en el Santiago de los años 60, la tía Chicuca calentaba la pieza con un brasero, donde no faltaban las cáscaras de naranja o el tarrito con agua y hojas de eucalipto.

Despues de la muerte del abuelo David y la venta de la casa de Ruiz Tagle, la tia Chicuca se fue a vivir a otro lado. Yo recuerdo el tiempo en que vivió con la familia de Blanquita y José Garrido Navero ( si no estoy errado de sus apellidos…) al que don Jorge Arluciaga Maturana y mis tíos Jorge y Sergio llamaban cariñosamente de "Pepe el Bala", vaya a saber por qué… La casa estaba por ahí por la calle Victoria, al sur de Av. Matta. La visitaba siempre que podía y continuaba teniendo “besitos”en la cómoda, así como otros cariñitos pal Jaimito.

Pasó el tiempo y la tia Chicuca decidió irse a un hogar de ancianos, por allá por Recoleta o Independencia (siempre confundo esas calles). Cada vez que viajaba a Chile trataba de visitarla. En ese hogar, en su piececita siempre ordenada y limpia, nuevamente sentí ese olor a yerbas medicinales y a braserito. Un día la tía Chicuca decidió partir y dejarme sin “besitos”, huevo a la ostra, bistequito alemán y brazo de reina. Yo ya estaba grandecito y posiblemente percibió que podía defenderme solo. Fue entonces que dejó su escoba atrás de la puerta y partió, viejita, redondita con sus pasos lentos a descansar de su “reuma” y de sus trajines.

Escrito por don Mejai

5 comentarios:

Marité dijo...

Primero ... un cariñoso abrazo para todos disculpen la ausencia
(solo al escribir, siempre leo el blog y sus novedades)
Me sucedió algo curioso, ví el nuevo titulo y la foto inicial y sin saber a quien le llamaban tía Chicuca solo por los ojos o tal vez la mirada ... en algún rincón de mi memoria saltó la chispa
¡la tía Julia ! tengo un leve recuerdo de ella en Ruiz Tagle
con la bondad que describe Jaime
hacia los niños .
Jaime ¡que bueno que la recordaste!
por supuesto que ella merece un lugar en nuestra memoria familiar.
Otro abrazo para todos , hasta la próxima...

Anamaria dijo...

Lindos los recuerdos de mi "hermanito chico", lo que cuenta es absolutamente cierto y al contrario de su linda relación con con la tia Julia,la mía fue todo lo contrario, pasábamos peleando ni se por que, creo que fui una peste cuando chica ¡quien lo diría!...yo que ahora soy tan amorosa je je.Bueno, al menos hago méritos por mi redención.
Gracias tía Chicoca por querer y mimar a mi hermanito.

Don Peyo dijo...

La tía Julia! Recuerdo cómo regaloneaba a Jaimito y nos sacaba pica escondiendo los dulces y otras delicias exclusivas para el perla regalón.
El apodo de ''Chicuca'' se lo escuché por primera vez al tío Jorge, que era su otro regalón.
El nombre del marido de la tía Julia era Angel, pero no me acuerdo de haber escuchado su apellido, ni tampoco la causa de deceso. Ella llegó a vivir con nosotros a Ruiz-Tagle y al parecer antes vivía donde la Blanquita y el Pepe Garrido. Por ese entonces ya aparece en mi memoria la Juanita y pienso que cuando el abuelito quedó viudo la tía Julia le hizo gancho con la Juanita. Pero cuando vivieron juntas en Ruiz-Tagle pasaban discutiendo las dos. Lo divertido del caso es que a pesar de llevarse como el perro y el gato, durante el terremoto de El Melón el año 65, si mal no recuerdo, las dos se refugiaron tomaditas de la mano al lado de ese poste que había al lado del subterráneo. Así que las dicordias parece que no eran muy profundas.
A pesar de que ya tenemos más de dos años escribiendo en este blog, a penas estamos empezando a contar nuestras historias y las de quienes ya partieron dejando sus huellas en la familia. Sigamos con el mismo entusiasmo para que nuestras descendencias puedan conocer mejor sus raíces.

Loly dijo...

Que lindos recuerdos de la tia Chicuca, me emocionaron mucho, era en realidad una viejita muy cariñosa , no se si fue mi papito quien le puso asi pero si sé que era muy regalon de ella al igual que de la tía Luz quien en honor a ella mi papito le puso el nombre a su hija menor , mi hermanita Luz Maria.
Quien se acuerda de ella? Si mal no recuerdo porque mi memoria no es tan buena como la de uds, era esposa del tio Enrique hermano del Abuelito David.

Jaime Bórquez dijo...

Querida tribu, que deliciosa sensación es esta, la de despertar recuerdos de nuestra querida tia Chicuca. Ella fue una persona querida e importante en mi infancia y juventud, sus regaloneos me amenizaban los periodos de depresión por los cuales pasaba mi mamy Tita, pobrecita ella. Hasta la llegada de Juanita Borgetti, otra figura de la cual debemos hablar aqui ligerito, en la casa de Ruiz Tagle habian dos mujeres y una niña, la Tita, la tia Chicuca y Anamaria. Si faltaba doña Tita, surgia de inmediato la substituta, desde el banco de reservas salia doña Julia Acuña Valenzuela. Por lo menos para mi, para que no me faltaran los " besitos", el huevito a la ostra, el crudo y un lugar calientito en su pieza para escuchar radio y hacernos compañia.