Estoy buscando unas tofos que el albacea, don Topa, me envió hace algún tiempo. Quería mostrárselas a don Yope y que me contara qué se acuerda de esos tiempos, cuando yo, el viejo chico como dice el albacea, salía con el ambo y el jockey a pasear con mi viejo a Los Cerrillos.
Puede ser que para el viejo Pedro no haya sido ningun brillo, pero él jamás se podria imaginar lo que fueron esas idas a el aeropuerto internacional de Chile, en aquel entonces. Posiblemente fue en ese tiempo que comencé a afirmar con mayor fuerza los deseos de viajar y conocer otras tierras. Aunque estas fueran los dos paraderos de la Canal San Carlos... Porque, claro, habia que comenzar por algo y asi me hice amigo del viejo pelao que era papá de un cabro de Ruiz Tagle, el César. Posiblemente el viejo tambien se llamaba Cesar y manejaba una Canal San Carlos. Parece que lo estoy viendo: camiseta blanca tipo "pioneta", siempre sudado de correrle la gota, gordito, bajito, piernas encurvadas como de cowboy, siempre de pantalón negro de gabardina, de esos que le tiran un gato y se resbala, le faltaban los chocleros y hablaba un idioma que yo dificilmente le entendía. Era castellano, pero sin ninguna pronunciación. Y no se como este viejo me dejó subir un dia, cuando le propuse que yo le ayudaba a abrir la puerta, a cortar boletos y esas cosas, menos dar el vuelto porque continuo siendo nulo en matemáticas y manejo de platas...
Y asi conocí el Canal San Carlos y los confines de la calle 5 de Abril, donde habia un arenal. Este viejo me hacia pasar cada susto, ya que acostumbraba a quedarse dormido manejando! Y yo la primera vez no sabía que hacer... Será que no se enojaria si "molestaba"al despertarlo? Y allá venia yo, por la Alameda a la altura de los juegos Diana, con el culo apretado de susto y el viejo durmiendo con la maquina andando a, por lo menos, unos 50 km por hora, mucha para ese tiempo. "Don César, la señora se baja en la proxima, tocaron el timbre"... Y ahí despertaba el viejo, volvía el alma a mi cuerpo, claro, hasta comenzar de nuevo a bajar la Alameda.
Esas fotos que don Albacea me mandó me traen esos recuerdos, de cuando inventaba en casa que iria a la casa del Roberto Lazo y me las emplumaba para Los Cerrillos, a jugar con un panel donde estaban las ciudades del mundo y uno, apretando un botoncito, prendia las luces que indicaban Madrid, Paris, Roma, El Cairo... Soñaba con meterme de polizón a un BOAC o un jet caravelle Rolls Royce, o a un Comet 4, y salir cascando.
O recuerdos aún más antiguos, de chico chico mismo, que me ponía una toalla como una capa de Superman y le gritaba a los aviones que pasaban por encima de la casa de Ruiz Tagle, para que me llevaran...
Recuerdos, buenos recuerdos porque son del tiempo de la total inocencia. Por eso seria bueno que don Elástico, tambien conocido como don Yope, metiera la cuchara y contara que cosas pasaban en otros frentes en ese tiempo, las cosas que él vivia mientras yo arrugaba el locu con un viejo que se dormia al volante de la Canal San Carlos...