Con mi compañero Raúl Medina nos hemos autodesignado y por añadidura autoconvocado para llevar a cabo una delicada misión, la cual es nada menos que chequear aquellos lugares susceptibles de ser recomendados para futuras reuniones con los ex compañeros de colegio.
Nos encaminamos raudamente a la calle Libertad 551 donde está ubicado el renombrado y al parecer famoso local denominado "Fuente Mardoqueo". Allí se supone que se especializan en el "auténtico lomito Bávaro" (?) así que nos arriesgamos y pedimos sendos lomitos acompañados por casi todo lo que se le puede echar encima. Una vez ubicados tenemos frente a nosotros un sinfin de productos para seguir aderezando el sandwich, mostazas, salsas y ajíes de diferentes tipos son una tentación que no podemos evitar. Por supuesto que no podía faltar una buena cerveza para remojar el gaznate así que nos empinamos una por nuca ( somos mesurados...)
El lugar es limpio, luminoso y bien atendido. La decoración es entretenida ya que sus paredes están llenas de cachureos como por ejemplo: máquinas de escribir, utensilios de cocina, platos antiguos, etc...
En suma, un buen lugar para visitar y degustar.
En todo caso si no les parece podemos pasar al Club de Abstemios de Chile, que queda a pocos pasos de la Fuente Mardoqueo...
El lugar es limpio, luminoso y bien atendido. La decoración es entretenida ya que sus paredes están llenas de cachureos como por ejemplo: máquinas de escribir, utensilios de cocina, platos antiguos, etc...
En suma, un buen lugar para visitar y degustar.
En todo caso si no les parece podemos pasar al Club de Abstemios de Chile, que queda a pocos pasos de la Fuente Mardoqueo...
Como estábamos casi al lado del Plaza Yungay nos dimos su vuelta por el sector, un pequeño "sentimental journey" para mí ya que hay un poco de historia en esos barrios donde transcurrió parte de mi niñez o como me gusta decir a mí, durante mi más tierna infancia.
En la pileta del monumento al roto chileno nos refrescábamos junto a las carpas rojizas que nadaban asustadas allí. En la iglesia San Saturnino mis padres me bautizaron para que dejara de ser "morito". En esa plaza aprendí a dar mis primeros pedaleos junto a los inevitables costalazos en una bicicleta que era de "los primos" Nacrur, que a la sazón vivían en una casa de estilo Art Decó en la calle Rosas frente a la Plaza Yungay. Aprovecho de publicar una foto de esa casa y espero no estar equivocado al identificarla como tal.
Dejaremos entonces para una entrega futura otras experiencias y vivencias que me marcaron cuando viví en el Barrio Yungay, hoy convertido en barrio patrimonial por el rescate de su historia y arquitectura, aunque bastante golpeado por el terremoto del 27 de febrero del año pasado.