lunes, 21 de junio de 2010

Un homenaje necesario

Jesús de Belén, nació en Santiago, el 19 de febrero del año 1926 sus padres fueron Juana y Marcos y sus hermanos : Fructuoso, Ana, Blanca y Olga, siendo el menor de todos ellos .
Algunos años de su niñez vivió en Madrid, luego en Santiago de Chile, donde estudió y creció junto a hermanos y primos.

Su educación estuvo marcada por el espíritu ignaciano de los jesuitas y fue alumno del propio padre Alberto Hurtado, hoy querido y venerado santo de nuestra patria.
Esta cercanía marcó para siempre su vida ya que reinó en su corazón, el amor a Dios traducido en el respeto y preocupación por todos sus semejantes.

Un 18 de abril de 1954 … contrajo matrimonio con María Teresa Escobar Caro y juntos siguieron un camino de amor y compromiso que duró 55 años.

De esta unión nacieron cinco hijos :
María Teresa, María Verónica, Juan Manuel, Patricia del Pilar y Marcela Paz.

En su historia laboral, desempeñó diversas actividades, algunas de las cuales desconocidas para él, pero que no temió aprender y llevar a cabo con responsabilidad y perfección .

El trabajo que realizó por muchos años en desarrollo social, llevó a nuestra familia a vivir en diferentes ciudades de Chile: Santiago, Castro, Ancud y San Fernando, donde hasta el día de hoy encontramos personas que le recuerdan con profundo afecto.

Luego el traslado a Concepción, donde realizaría nuevos trabajos y enfrentaría nuevos desafíos, para dar a cada uno de nosotros, sus hijos, un gran ejemplo de esfuerzo y empeño posibilitando una educación que logró convertirnos en profesionales.

En el transcurso de sus 83 años amó profundamente a su esposa e hijos y que decir del cariño que brindó a cada uno de sus adorados nietos :

Francisco Javier, Juan Sebastián, Amanda, María de los Ángeles, Esteban Ignacio, Tomás Esteban, Matías, Pablo Gabriel , Catalina Adriana , Lucas Javier, Joaquín y Nicolás .

En los últimos años de su vida , su atención estaba puesta en los sueños y diversas opciones de sus nietos y sabemos que su mayor añoranza , era que cada uno de ellos lograra una vida plena en el camino que decidiesen transitar, teniendo siempre presente a su querido abuelo, que más que palabras dejó su historia de vida como ejemplo de consecuencia con los valores aprendidos, respeto profundo hacia todas las personas, profunda fé y gran amor por su familia.


7 comentarios:

Don Pato dijo...

Este homenaje al tío Jesús me lo envió a principios de febrero nuestra prima Marité para compartirlo con todos los visitantes de este blog.

Esta reseña fue escrita y leída por Marité en una de las ceremonias que han realizado en recuerdo de Jesús de Belén
Que bonito nombre !!! no tenía idea que se llamara así, y tampoco sabía de su trayectoria personal y profesional.
Gracias Marité por contarnos sobre su vida.

Don Peyo dijo...

Qué lindo homenaje a mi recordado y querido padrino. Muchos de los detalles de su vida me eran desconocidos también, pero no me sorprenden porque corresponden exactamente a la gran calidad humana que yo le conocía. Estoy convencido de que el afecto que siempre le tuve era correspondido. Cuando me vienen a la memoria imágenes de Santa Elena generalmente aparece su persona y tengo el dulce recuerdo de haber asisitido a su matrimonio.
Sigamos reviviendo a nuestros seres queridos que se merecen ampliamente todos nuestros homenajes.

Anamaria dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que escribe mi hermano Peyo,Jesus era una persona muy amable y buena onda, se casó con una bella mujer(en el sentido amplio de la belleza) y formó tambien una linda familia. Un cariñoso saludo a todos ellos y a Marcela felicitaciones por sus excelentes trabajos, me encantaron!!

Don Pato dijo...

Veo que doña Any, eximia artista y talentosa artesana se dio cuenta del link que puse al blog de nuestra prima Marcela. Bien madam !!!
Pensaba hacer una entrada especial para Arte Mota...

Don Peyo dijo...

Escribo estas nuevas líneas para recordar a otra persona queridísima, hoy es 4 de julio y coincidiendo con la fiesta de la independencia de USA estaríamos celebrando también el cumpleaños de mi querida mamita, Señora Ana B. Acuña de Bórquez, como firmaba ella, pero que todos llamaban Tita.
Nuestros queridos viejitos se nos van y nos dejan un tremendo vacío que tratamos de llenar con dulces recuerdos y profundos homenajes. La sensación que muchas veces tengo es que siguen presentes cerca de nosotros, amándonos y aconsejándonos desde nuestro interior, y yo sigo pensando en ellos tratando de ser su digno descendiente.
Por eso, cada vez que se publica algo en este blog que haga referencia a nuestros padres, abuelos o parientes que le han dado lustre a la familia me siento tan legítimamente orgulloso.

MARITÉ dijo...

Claro mi mamá estaba haciendo recuerdo de esta fecha y de su prima que ella consideraba como su "hermana mayor" queridísima , yo tambien creo que los que partieron nos acompañan cada día

Un abrazo para todos.

Marité

Jaime Bórquez dijo...

Queridisimos lectores, tuve problemas para entrar al blog, misterios insondables de internet, que es aún un bicho de siete cabezas para mi.
Queria decir que mi tío Jesus Mota, así como la tia Tere, han sido personas que he amado y admirado mucho. Siempre me transmitieron una paz y un amor muy grande, tanto para con su familia como para todos los que los rodeamos. Sentí mucho que se alejaran, recuerdo que se fueron a Castro y TODA vez que estoy alli (por trabajar con Skorpios todos los años paso dos o tres veces por esa ciudad) me recuerdo de ellos.
Me gustaba uir a la casa del tío Manuel y encontrarme con los tíos y las niñitas. Recuerdo la salita de las conservas!!!
Mi tío Jesus me pasaba alegria, siempre lo vi alegre y nunca de ceño fruncido. La tia Tere lo mismo, su suavidad en su modo de ser siempre ha sido admirada por mi y su eterna belleza me recuerda a Grace Kelly.
Voy a continuar echando de menos as tío Jesus... Jesus de Belem, lindisimo y acertadisimo nombre para un ser que tanta paz y alegria me traspasó.

Aprovecho que consegui entrar al blog para decir que todo 4 de julio me trae aún más recuerdos gratos de mi amada viejita, doña Bertica, como le llamaba a veces, o la Tita Acuña de Bórquez, cuyo amor traspasó todo límite, pese a sus problemas de salud.

Un beso a todos!!!
Jaime